1.Para além do capital: rumo a uma teoria da transição – István Mészáros
2.A teoria da alienação em Marx (2X) – István Mészáros
3.Estrutura social e formas de consciência: a determinação social do método – István Mészáros
4.Salário, preço e lucro – Karl Marx
5.O rendimento e suas fontes – Karl Marx
6.Crítica do programa de Gotha – Karl Marx
7.Sobre a Questão Judaica – Karl Marx (Prefácio e posfácio de Daniel Bensaïd)
8.Manifesto do Partido Comunista – Marx & Engels
9.Marx – Jorge Grespan
10.Pensamento vivido: autobiografia em diálogo – György Lukács
11.Georg Lukács, o guerreiro sem repouso – José Paulo Netto
12.Bem-vindo ao deserto do Real! - Slavoj Zizek
13.Arriscar o impossível – Conversas com Zizek – Slavoj Zizek e Glen Daly
14.A visão em paralaxe – Slavoj Zizek
15.Como ler Lacan – Slavoj Zizek
16.O teatro do bem e do mal – Eduardo Galeano
17.Espelhos – Uma história quase universal – Eduardo Galeano
18.De pernas pro ar: a educação do mundo ao avesso – Eduardo Galeano
19.Memória do Fogo: vol. 1 Os Nascimentos – Eduardo Galeano
20.Memória do Fogo: vol 2 As Caras e as Máscaras – Eduardo Galeano
21.Memória do Fogo: vol 3 O Século do Vento – Eduardo Galeano
22.Memória de minhas putas tristes – Gabriel García Márquez
23.O labirinto latino-americano – Octavio Ianni
24.Crítica da Razão Dualista/O ornitorrinco – Francisco de Oliveira
25.Che Guevara, uma chama que continua ardendo – Michael Löwy & Olivier Besancenot
26.Divã do Tamarit – Federico García Lorca
27.Romanceiro Gitano – Federico García Lorca
28.Canções – Federico García Lorca
29.Caim – José Saramago
30.Alguma Poesia - Carlos Drummond de Andrade
31.A Rosa do Povo - Carlos Drummond de Andrade
32.Sentimento do Mundo - Carlos Drummond de Andrade
33.José – Carlos Drummond de Andrade
34.Novos Poemas - Carlos Drummond de Andrade
35.Poemas esparsos – Vinícius de Moraes
36.Vinícius de Moraes, o poeta da paixão – uma biografia – José Castello
37.Voltaire – A razão militante – Maria das Graças S. Do Nascimento
38.Lima Barreto, o rebelde imprescindível – Luiz Ricardo Leitão
39.História do Rio Grande do Sul – Tau Golin
40.Tesão e prazer: memórias eróticas de um prisioneiro – Luiz Alberto Mendes
41.Cantoria de Conrado Honório - Mafra Carbonieri
42.O marxismo na batalha das idéias - Leandro Konder
43.A sociedade pós-revolucionária - Paul Sweezy
44.Claro Enigma - Carlos Drummond de Andrade
45.Fazendeiro do Ar - Carlos Drummond de Andrade
terça-feira, 14 de dezembro de 2010
quarta-feira, 6 de outubro de 2010
Tarde de quarta-feira, 6 de outubro... sede de saber
"...Por isso na impaciência
Desta sede de saber,
Como as aves do deserto
As almas buscam beber...
Oh! Bendito o que semeia
Livros... livros à mão cheia...
E manda o povo pensar!
O livro caindo n'alma
É germe — que faz a palma,
É chuva — que faz o mar"
(Castro Alves)
Desta sede de saber,
Como as aves do deserto
As almas buscam beber...
Oh! Bendito o que semeia
Livros... livros à mão cheia...
E manda o povo pensar!
O livro caindo n'alma
É germe — que faz a palma,
É chuva — que faz o mar"
(Castro Alves)
quarta-feira, 22 de setembro de 2010
Quinta, 23 de setembro, uma e meia da manhã, vinho... porque quero teu corpo cegamente
.
Porque quiero tu cuerpo ciegamente...
Porque quiero tu cuerpo ciegamente.
Porque deseo tu belleza plena.
Porque busco ese horror,
esa cadena mortal,
que arrastra inconsolablemente.
Inconsolablemente.
Diente a diente,
voy bebiendo tu amor,
tu noche llena.
Diente a diente, Señor,
y vena a vena vas sorbiendo mi muerte.
Lentamente.
Porque quiero tu cuerpo
y lo persigo a través de la sangre y de la nada.
Porque busco tu noche toda entera.
Porque quiero morir,
vivir contigo esta horrible tristeza enamorada
que abrazaría, oh Dios, cuando yo muera.
(Blas de Otero)
Porque quiero tu cuerpo ciegamente...
Porque quiero tu cuerpo ciegamente.
Porque deseo tu belleza plena.
Porque busco ese horror,
esa cadena mortal,
que arrastra inconsolablemente.
Inconsolablemente.
Diente a diente,
voy bebiendo tu amor,
tu noche llena.
Diente a diente, Señor,
y vena a vena vas sorbiendo mi muerte.
Lentamente.
Porque quiero tu cuerpo
y lo persigo a través de la sangre y de la nada.
Porque busco tu noche toda entera.
Porque quiero morir,
vivir contigo esta horrible tristeza enamorada
que abrazaría, oh Dios, cuando yo muera.
(Blas de Otero)
sexta-feira, 17 de setembro de 2010
17de setembro, seis da manhã... Estrela Dalva, poesia
Tú, que hieres
Arrebatadamente te persigo.
Arrebatadamente, desgarrando
mi soledad mortal, te voy llamando
a golpes de silencio. Ven, te digo
como un muerto furioso. Ven. Conmigo
has de morir. Contigo estoy creando
mi eternidad. (De qué. De quién). De cuando
arrebatadamente esté contigo.
Y sigo, muerto, en pie. Pero te llamo
a golpes de agonía. Ven. No quieres.
Y sigo, muerto, en pie. Pero te amo
a besos de ansiedad y de agonía.
No quieres. Tú, que vives. Tú, que hieres
arrebatadamente el ansia mía.
(Blas de Otero)
Arrebatadamente te persigo.
Arrebatadamente, desgarrando
mi soledad mortal, te voy llamando
a golpes de silencio. Ven, te digo
como un muerto furioso. Ven. Conmigo
has de morir. Contigo estoy creando
mi eternidad. (De qué. De quién). De cuando
arrebatadamente esté contigo.
Y sigo, muerto, en pie. Pero te llamo
a golpes de agonía. Ven. No quieres.
Y sigo, muerto, en pie. Pero te amo
a besos de ansiedad y de agonía.
No quieres. Tú, que vives. Tú, que hieres
arrebatadamente el ansia mía.
(Blas de Otero)
quinta-feira, 16 de setembro de 2010
16 de setembro, 5 da manhã... se tem uma coisa que gosto, é viver.
Aire libre
Si algo me gusta, es vivir.
Ver mi cuerpo en la calle,
hablar contigo como un camarada,
mirar escaparates
y, sobre todo, sonreír de lejos
a los árboles...
También me gustan los camiones grises
y muchísimo más los elefantes.
Besar tus pechos,
echarme en tu regazo y despeinarte,
tragar agua de mar como cerveza
amarga, espumeante.
Todo lo que sea salir
de casa, estornudar de tarde en tarde,
escupir contra el cielo de los tundras
y las medallas de los similares,
salir
de esta espaciosa y triste cárcel,
aligerar los ríos y los soles,
salir, salir al aire libre, al aire.
(Blas de Otero)
Si algo me gusta, es vivir.
Ver mi cuerpo en la calle,
hablar contigo como un camarada,
mirar escaparates
y, sobre todo, sonreír de lejos
a los árboles...
También me gustan los camiones grises
y muchísimo más los elefantes.
Besar tus pechos,
echarme en tu regazo y despeinarte,
tragar agua de mar como cerveza
amarga, espumeante.
Todo lo que sea salir
de casa, estornudar de tarde en tarde,
escupir contra el cielo de los tundras
y las medallas de los similares,
salir
de esta espaciosa y triste cárcel,
aligerar los ríos y los soles,
salir, salir al aire libre, al aire.
(Blas de Otero)
terça-feira, 14 de setembro de 2010
Madrugada de setembro, inverno... memória do Chile
.
Violetas Para Violeta
La página de sucesos
del Mercurio y La Estafeta,
entre dietas para obesos,
chismes y falsos profetas,
confirmaba que sin besos
se marchitan las violetas.
Maldigo del alto cielo
que nos expropió su canto,
sus décimas, su pañuelo,
su quinchamalí, su llanto,
viola de chicha y pomelo,
cacerolas del espanto.
Habráse visto insolencia,
cinismo y alevosía,
contaminan la decencia,
secuestran la fantasía,
cuando clama la inocencia
llaman a la policía.
Lo dijo Violeta Parra,
hermana de Nicanor,
por suerte tengo guitarra
y sin presumir de voz,
si me invitan a una farra
cuenten con mi corazón.
Volaron desde Chicago
unos gringos con corbata
y en una suite de Santiago,
sin pisar Chuquicamata,
defecaron en mi pago,
sobraban las serenatas.
Más sola que una maleta
olvidada en la Gran Vía,
desde que se fue Violeta
enlutando la poesía,
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía.
La cuequita de mi Chile,
los listos de Guasingtón,
la marchitan con fusiles
que acribillan la razón,
malaya sean los desfiles
y el cristo que los fundó.
Los pobres no somos ricos
ni el cobre es más que la greda,
la libertad cierra el pico
desde que hay toque de queda,
pregúntale a los milicos
qué hicieron en La Moneda.
(Joaquin Sabina)
Violetas Para Violeta
La página de sucesos
del Mercurio y La Estafeta,
entre dietas para obesos,
chismes y falsos profetas,
confirmaba que sin besos
se marchitan las violetas.
Maldigo del alto cielo
que nos expropió su canto,
sus décimas, su pañuelo,
su quinchamalí, su llanto,
viola de chicha y pomelo,
cacerolas del espanto.
Habráse visto insolencia,
cinismo y alevosía,
contaminan la decencia,
secuestran la fantasía,
cuando clama la inocencia
llaman a la policía.
Lo dijo Violeta Parra,
hermana de Nicanor,
por suerte tengo guitarra
y sin presumir de voz,
si me invitan a una farra
cuenten con mi corazón.
Volaron desde Chicago
unos gringos con corbata
y en una suite de Santiago,
sin pisar Chuquicamata,
defecaron en mi pago,
sobraban las serenatas.
Más sola que una maleta
olvidada en la Gran Vía,
desde que se fue Violeta
enlutando la poesía,
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía.
La cuequita de mi Chile,
los listos de Guasingtón,
la marchitan con fusiles
que acribillan la razón,
malaya sean los desfiles
y el cristo que los fundó.
Los pobres no somos ricos
ni el cobre es más que la greda,
la libertad cierra el pico
desde que hay toque de queda,
pregúntale a los milicos
qué hicieron en La Moneda.
(Joaquin Sabina)
domingo, 12 de setembro de 2010
Segunda-feira, 13 de setembro, perto de uma da manhã... Café e lucidez
.
"...E por não saber que era impossível, foi lá e fez."
Jean Cocteau, poeta, pintor e cineasta francês
.
"...E por não saber que era impossível, foi lá e fez."
Jean Cocteau, poeta, pintor e cineasta francês
.
segunda-feira, 30 de agosto de 2010
30 de agosto... 6 da manhã. Bebendo vinho com o velho Omar Kahyyam.
3
Olha com indulgência aqueles que se embriagam;
os teus defeitos não são menores.
Se queres paz e serenidade, lembra-te
da dor de tantos outros, e te julgarás feliz.
4
Que o teu saber não humilhe o teu próximo.
Cuidado, não deixes que a ira te domine.
Se esperas a paz, sorri ao destino que te fere;
não firas ninguém.
5
Busca a felicidade agora, não sabes de amanhã.
Apanha um grande copo cheio de vinho,
senta-te ao luar, e pensa:
Talvez amanhã a lua me procure em vão.
7
Alcorão, o livro supremo, pode ser lido às vezes,
mas ninguém se deleita sempre em suas páginas.
No copo de vinho está gravado um texto de adorável
sabedoria que a boca lê, a cada vez com mais delícia.
13
Não vamos falar agora, dá-me vinho. Nesta noite
a tua boca é a mais linda rosa, e me basta.
Dá-me vinho, e que seja vermelho como os teus lábios;
o meu remorso será leve como os teus cabelos.
18
Não me lembro do dia em que nasci;
não sei em que dia morrerei.
Vem, minha doce amiga, vamos beber desta taça
e esquecer a nossa incurável ignorância.
20
É inútil te afligires por teres pecado;
também é inútil a tua contrição:
além da morte estará o Nada,
ou a Misericórdia.
23
O vasto mundo: um grão de areia no espaço.
A ciência dos homens: palavras. Os povos,
os animais, as flores dos sete climas: sombras.
O profundo resultado da tua meditação: nada.
24
Eu estava com sono e a Sabedoria me disse:
A rosa da felicidade não se abre para quem dorme;
por quê te entregares a esse irmão da morte?
Bebe vinho; tens tantos séculos para dormir...
28
Os sábios mais ilustres caminharam nas trevas da ignorância,
e eram os luminares do seu tempo.
O que fizeram? Balbuciaram algumas frases confusas,
e depois adormeceram, cansados.
37
Quando me falam das delícias que na outra vida
os eleitos irão gozar, respondo:
Confio no vinho, não em promessas;
o som dos tambores só é belo ao longe.
38
Bebe vinho, ele te devolverá a mocidade,
a divina estação das rosas, da vida eterna,
dos amigos sinceros. Bebe, e desfruta
o instante fugidio que é a tua vida.
39
Bebe o teu vinho. Vais dormir muito tempo
debaixo da terra, sem amigos, sem mulheres.
Confio-te um grande segredo:
As tulipas murchas não reflorescem mais.
47
Se em teu coração cultivaste a rosa do amor,
quer tenhas procurado ouvir a voz de Deus,
ou esgotado a taça do prazer,
a tua vida não foi em vão.
51
A vida passa. O que resta de Bagdad e Balk?
A aragem mais leve é fatal à rosa já desabrochada.
Bebe o vinho, e contempla a lua:
lembra-te das civilizações que ela já viu morrer.
53
Mestres e sábios morreram
sem se entenderem sobre o Ser e o Não Ser.
Nós, ignorantes, vamos apanhar as tenras uvas;
que os grandes homens se regalem com as passas.
55
Iremos nos perder na estrada do amor,
e o destino nos pisará, indiferente.
Vem, menina, taça encantada, dá-me de beber
em teus lábios, antes que eu me torne pó.
56
Só de nome conhecemos a felicidade.
O nosso melhor amigo é o vinho;
afaga a única que te é fiel: a ânfora,
cheia do sangue das vinhas.
58
Senta-te e bebe, felicidade que Mahmud não teve.
Escuta os sussuros dos amantes, são os Salmos de Davi.
Não te importes com o passado, não sondes o futuro,
não percas este instante: Eis a paz.
59
Pessoas presunçosas e obtusas inventaram
diferenças entre o corpo e a alma.
Sei apenas que o vinho apaga as angústias
que nos atormentam, e nos devolve a calma.
61
Não temo a morte. Prefiro esse ato inelutável
ao outro que me foi imposto no dia em que nasci.
O que é a vida, afinal? Um bem que me confiaram
sem me consultarem e que entregarei com indiferença.
62
Estou velho, e a paixão que me inspiraste
vai me levar ao túmulo: não cesso de encher a taça.
Esta paixão tem razão contra mim:
o tempo estraga a minha bela rosa.
63
Podes me perseguir, miragem de outra ventura,
podes modular a tua voz, mas só escuto aquela
que já me encantou. Dizem-me: Deus te perdoará.
Recuso o perdão que não pedi.
64
Um pouco de pão, um pouco de água,
a sombra de uma árvore, e o teu olhar;
nenhum sultão é mais feliz do que eu,
e nenhum mendigo é mais triste.
66
Vinho, bálsamo para o meu coração doente,
vinho da cor das rosas, vinho perfumado
para calar a minha dor. Vinho, e o teu alaúde
de cordas de seda, minha amada.
68
Todos pretendem andar pelo Caminho do Saber.
Uns o procuram, outros afirmam tê-lo encontrado.
Um dia uma grande voz dirá: Não há caminho,
nem atalho.
69
Brinda ao resplendor da aurora, e dedica
o vinho vermelho desta taça, em forma de chama,
ou de tulipa, ao sorriso meigo de algum adolescente.
Bebe, e esquece que o punho da dor te prostrará.
70
Vinho! Que palpite em minhas veias,
que inunde a minha cabeça. Silêncio!
Tudo é mentira. Copos! Depressa!
Envelheci muito.
71
Do meu túmulo virá um tal perfume de vinho
que embriagará os que por lá passarem,
e uma tal serenidade vai pairar ali,
que os amantes não quererão se afastar.
73
Alguns amigos me dizem: Não bebas mais Khayyam.
Respondo: Quando bebo, ouço o que me dizem
as rosas, as tulipas, os jasmins;
ouço até o que não me diz a minha amada.
74
Em que pensas? Nos que já morreram? São pó no pó.
Pensas nas virtudes que tiveram? Sim? Deixa-me sorrir.
Toma este copo, vamos beber; ouve sem inquietação
o vasto Silêncio do Universo.
79
Não terás paz na terra, e é tolice acreditar
no repouso eterno. Depois da morte
teu sono será breve: renascerás na erva
que será pisada, ou na flor que murchará.
85
Os meus cabelos estão brancos,
tenho setenta anos de idade.
Agarro agora a felicidade; amanhã,
talvez não me restem forças.
86
Nunca procurei saber onde encontrar
o manto da mentira e do ardil,
mas sempre andei à procura
dos melhores vinhos.
89
Somos os peões deste jogo do xadrez
que Deus trama. Ele nos move, lança-nos
uns contra os outros, nos desloca, e depois
nos recolhe, um a um, à Caixa do Nada.
90
A abóbada celeste se parece a uma taça emborcada;
sob ela, em vão, erram os sábios.
Ama a tua amada como a ânfora ama o copo;
olha, boca a boca, ela lhe dá o seu próprio sangue.
92
Não aprendeste nada com os sábios,
mas o roçar dos lábios de uma mulher em teu peito
pode te revelar a felicidade.
Tens os dias contados. Toma vinho.
93
O vinho dá-te o calor que não tens;
suaviza o jugo do passado e te alivia
das brumas do futuro; inunda-te de luz
e te liberta desta prisão.
96
Um dia pedi a um velho sábio
que me falasse sobre os que já se foram.
Ele disse:
Não voltarão. Eis o que sei.
98
Onde estão os nossos amigos? Já morreram?
Ainda os ouço na taverna...
já se foram? ou estarão embriagados
de tanto terem vivido?
107
O vinho é da cor das rosas;
talvez não seja o sangue das uvas, mas das rosas;
e o azul desta taça talvez seja o céu cristalizado;
e não seria a noite a pálpebra do dia?
120
Rosas, taças, lábios vermelhos:
brinquedos que o Tempo estraga;
estudo, meditação, renúncia:
cinzas que o Tempo espalha.
(Omar Kahyyam - Rubayat)
Olha com indulgência aqueles que se embriagam;
os teus defeitos não são menores.
Se queres paz e serenidade, lembra-te
da dor de tantos outros, e te julgarás feliz.
4
Que o teu saber não humilhe o teu próximo.
Cuidado, não deixes que a ira te domine.
Se esperas a paz, sorri ao destino que te fere;
não firas ninguém.
5
Busca a felicidade agora, não sabes de amanhã.
Apanha um grande copo cheio de vinho,
senta-te ao luar, e pensa:
Talvez amanhã a lua me procure em vão.
7
Alcorão, o livro supremo, pode ser lido às vezes,
mas ninguém se deleita sempre em suas páginas.
No copo de vinho está gravado um texto de adorável
sabedoria que a boca lê, a cada vez com mais delícia.
13
Não vamos falar agora, dá-me vinho. Nesta noite
a tua boca é a mais linda rosa, e me basta.
Dá-me vinho, e que seja vermelho como os teus lábios;
o meu remorso será leve como os teus cabelos.
18
Não me lembro do dia em que nasci;
não sei em que dia morrerei.
Vem, minha doce amiga, vamos beber desta taça
e esquecer a nossa incurável ignorância.
20
É inútil te afligires por teres pecado;
também é inútil a tua contrição:
além da morte estará o Nada,
ou a Misericórdia.
23
O vasto mundo: um grão de areia no espaço.
A ciência dos homens: palavras. Os povos,
os animais, as flores dos sete climas: sombras.
O profundo resultado da tua meditação: nada.
24
Eu estava com sono e a Sabedoria me disse:
A rosa da felicidade não se abre para quem dorme;
por quê te entregares a esse irmão da morte?
Bebe vinho; tens tantos séculos para dormir...
28
Os sábios mais ilustres caminharam nas trevas da ignorância,
e eram os luminares do seu tempo.
O que fizeram? Balbuciaram algumas frases confusas,
e depois adormeceram, cansados.
37
Quando me falam das delícias que na outra vida
os eleitos irão gozar, respondo:
Confio no vinho, não em promessas;
o som dos tambores só é belo ao longe.
38
Bebe vinho, ele te devolverá a mocidade,
a divina estação das rosas, da vida eterna,
dos amigos sinceros. Bebe, e desfruta
o instante fugidio que é a tua vida.
39
Bebe o teu vinho. Vais dormir muito tempo
debaixo da terra, sem amigos, sem mulheres.
Confio-te um grande segredo:
As tulipas murchas não reflorescem mais.
47
Se em teu coração cultivaste a rosa do amor,
quer tenhas procurado ouvir a voz de Deus,
ou esgotado a taça do prazer,
a tua vida não foi em vão.
51
A vida passa. O que resta de Bagdad e Balk?
A aragem mais leve é fatal à rosa já desabrochada.
Bebe o vinho, e contempla a lua:
lembra-te das civilizações que ela já viu morrer.
53
Mestres e sábios morreram
sem se entenderem sobre o Ser e o Não Ser.
Nós, ignorantes, vamos apanhar as tenras uvas;
que os grandes homens se regalem com as passas.
55
Iremos nos perder na estrada do amor,
e o destino nos pisará, indiferente.
Vem, menina, taça encantada, dá-me de beber
em teus lábios, antes que eu me torne pó.
56
Só de nome conhecemos a felicidade.
O nosso melhor amigo é o vinho;
afaga a única que te é fiel: a ânfora,
cheia do sangue das vinhas.
58
Senta-te e bebe, felicidade que Mahmud não teve.
Escuta os sussuros dos amantes, são os Salmos de Davi.
Não te importes com o passado, não sondes o futuro,
não percas este instante: Eis a paz.
59
Pessoas presunçosas e obtusas inventaram
diferenças entre o corpo e a alma.
Sei apenas que o vinho apaga as angústias
que nos atormentam, e nos devolve a calma.
61
Não temo a morte. Prefiro esse ato inelutável
ao outro que me foi imposto no dia em que nasci.
O que é a vida, afinal? Um bem que me confiaram
sem me consultarem e que entregarei com indiferença.
62
Estou velho, e a paixão que me inspiraste
vai me levar ao túmulo: não cesso de encher a taça.
Esta paixão tem razão contra mim:
o tempo estraga a minha bela rosa.
63
Podes me perseguir, miragem de outra ventura,
podes modular a tua voz, mas só escuto aquela
que já me encantou. Dizem-me: Deus te perdoará.
Recuso o perdão que não pedi.
64
Um pouco de pão, um pouco de água,
a sombra de uma árvore, e o teu olhar;
nenhum sultão é mais feliz do que eu,
e nenhum mendigo é mais triste.
66
Vinho, bálsamo para o meu coração doente,
vinho da cor das rosas, vinho perfumado
para calar a minha dor. Vinho, e o teu alaúde
de cordas de seda, minha amada.
68
Todos pretendem andar pelo Caminho do Saber.
Uns o procuram, outros afirmam tê-lo encontrado.
Um dia uma grande voz dirá: Não há caminho,
nem atalho.
69
Brinda ao resplendor da aurora, e dedica
o vinho vermelho desta taça, em forma de chama,
ou de tulipa, ao sorriso meigo de algum adolescente.
Bebe, e esquece que o punho da dor te prostrará.
70
Vinho! Que palpite em minhas veias,
que inunde a minha cabeça. Silêncio!
Tudo é mentira. Copos! Depressa!
Envelheci muito.
71
Do meu túmulo virá um tal perfume de vinho
que embriagará os que por lá passarem,
e uma tal serenidade vai pairar ali,
que os amantes não quererão se afastar.
73
Alguns amigos me dizem: Não bebas mais Khayyam.
Respondo: Quando bebo, ouço o que me dizem
as rosas, as tulipas, os jasmins;
ouço até o que não me diz a minha amada.
74
Em que pensas? Nos que já morreram? São pó no pó.
Pensas nas virtudes que tiveram? Sim? Deixa-me sorrir.
Toma este copo, vamos beber; ouve sem inquietação
o vasto Silêncio do Universo.
79
Não terás paz na terra, e é tolice acreditar
no repouso eterno. Depois da morte
teu sono será breve: renascerás na erva
que será pisada, ou na flor que murchará.
85
Os meus cabelos estão brancos,
tenho setenta anos de idade.
Agarro agora a felicidade; amanhã,
talvez não me restem forças.
86
Nunca procurei saber onde encontrar
o manto da mentira e do ardil,
mas sempre andei à procura
dos melhores vinhos.
89
Somos os peões deste jogo do xadrez
que Deus trama. Ele nos move, lança-nos
uns contra os outros, nos desloca, e depois
nos recolhe, um a um, à Caixa do Nada.
90
A abóbada celeste se parece a uma taça emborcada;
sob ela, em vão, erram os sábios.
Ama a tua amada como a ânfora ama o copo;
olha, boca a boca, ela lhe dá o seu próprio sangue.
92
Não aprendeste nada com os sábios,
mas o roçar dos lábios de uma mulher em teu peito
pode te revelar a felicidade.
Tens os dias contados. Toma vinho.
93
O vinho dá-te o calor que não tens;
suaviza o jugo do passado e te alivia
das brumas do futuro; inunda-te de luz
e te liberta desta prisão.
96
Um dia pedi a um velho sábio
que me falasse sobre os que já se foram.
Ele disse:
Não voltarão. Eis o que sei.
98
Onde estão os nossos amigos? Já morreram?
Ainda os ouço na taverna...
já se foram? ou estarão embriagados
de tanto terem vivido?
107
O vinho é da cor das rosas;
talvez não seja o sangue das uvas, mas das rosas;
e o azul desta taça talvez seja o céu cristalizado;
e não seria a noite a pálpebra do dia?
120
Rosas, taças, lábios vermelhos:
brinquedos que o Tempo estraga;
estudo, meditação, renúncia:
cinzas que o Tempo espalha.
(Omar Kahyyam - Rubayat)
domingo, 29 de agosto de 2010
29 de agosto, 23 horas... Poesia
.
Não sei se é sonho, se realidade,
Se uma mistura de sonho e vida,
Aquela terra de suavidade
Que na ilha extrema do sul se olvida.
É a que ansiamos. Ali, ali
A vida é jovem e o amor sorri.
Talvez palmares inexistentes,
Áleas longínquas sem poder ser.
Sombra ou sossego dêem aos crentes
De que essa terra se pode ter.
Felizes, nós? Ah, talvez, talvez,
Naquela terra, daquela vez.
Mas já sonhada se desvirtua,
Só de pensá-la cansou pensar,
Sob os palmares, à luz da lua,
Sente-se o frio de haver luar.
Ah, nessa terra também, também
O mal não cessa, não dura o bem.
Não é com ilhas do fim do mundo,
Nem com palmares de sonho ou não,
Que cura a alma seu mal profundo,
Que o bem nos entra no coração.
É em nós que é tudo. É ali, ali,
Que a vida é jovem e o amor sorri.
(Fernando Pessoa)
.
Não sei se é sonho, se realidade,
Se uma mistura de sonho e vida,
Aquela terra de suavidade
Que na ilha extrema do sul se olvida.
É a que ansiamos. Ali, ali
A vida é jovem e o amor sorri.
Talvez palmares inexistentes,
Áleas longínquas sem poder ser.
Sombra ou sossego dêem aos crentes
De que essa terra se pode ter.
Felizes, nós? Ah, talvez, talvez,
Naquela terra, daquela vez.
Mas já sonhada se desvirtua,
Só de pensá-la cansou pensar,
Sob os palmares, à luz da lua,
Sente-se o frio de haver luar.
Ah, nessa terra também, também
O mal não cessa, não dura o bem.
Não é com ilhas do fim do mundo,
Nem com palmares de sonho ou não,
Que cura a alma seu mal profundo,
Que o bem nos entra no coração.
É em nós que é tudo. É ali, ali,
Que a vida é jovem e o amor sorri.
(Fernando Pessoa)
.
quinta-feira, 26 de agosto de 2010
27 de agosto, madrugada... Fernando Pessoa
Ah, quanta vez, na hora suave
Em que me esqueço,
Vejo passar um vôo de ave
E me entristeço!
Por que é ligeiro, leve, certo
No ar de amavio?
Por que vai sob o céu aberto
Sem um desvio?
Por que ter asas simboliza
A liberdade
Que a vida nega e a alma precisa?
Sei que me invade
Um horror de me ter que cobre
Como uma cheia
Meu coração, e entorna sobre
Minh'alma alheia
Um desejo, não de ser ave,
Mas de poder
Ter não sei quê do vôo suave
Dentro em meu ser.
(Fernando Pessoa)
Em que me esqueço,
Vejo passar um vôo de ave
E me entristeço!
Por que é ligeiro, leve, certo
No ar de amavio?
Por que vai sob o céu aberto
Sem um desvio?
Por que ter asas simboliza
A liberdade
Que a vida nega e a alma precisa?
Sei que me invade
Um horror de me ter que cobre
Como uma cheia
Meu coração, e entorna sobre
Minh'alma alheia
Um desejo, não de ser ave,
Mas de poder
Ter não sei quê do vôo suave
Dentro em meu ser.
(Fernando Pessoa)
quarta-feira, 18 de agosto de 2010
18 de agosto, raiando o dia...
Canción de amor
Amor, deja que me vaya,
déjame morir, amor.
Tú eres el mar y la playa.
Amor.
Amor, déjame la vida,
no dejes que muera, amor.
Tú eres mi luz escondida.
Amor.
Amor, déjame quererte.
Abre las fuentes, amor.
Mis labios quieren beberte.
Amor.
Amor, está anocheciendo.
Duermen las flores, amor,
y tú estás amaneciendo.
Amor.
(Rafael Alberti)
Amor, deja que me vaya,
déjame morir, amor.
Tú eres el mar y la playa.
Amor.
Amor, déjame la vida,
no dejes que muera, amor.
Tú eres mi luz escondida.
Amor.
Amor, déjame quererte.
Abre las fuentes, amor.
Mis labios quieren beberte.
Amor.
Amor, está anocheciendo.
Duermen las flores, amor,
y tú estás amaneciendo.
Amor.
(Rafael Alberti)
quinta-feira, 12 de agosto de 2010
13 de agosto, madrugada... Liberdade!
.
"O prêmio Darwin ao ato mais estúpido de 2001 foi conferido postumamente a uma pobre mulher do interior da Romênia que acordou no meio do seu próprio cortejo fúnebre; depois de sair do caixão e de perceber o que estava acontecendo, correu às cegas, apavorada, foi atropelada por um caminhão numa estrada próxima e morreu na hora... Não é esse o maior exemplo do que chamamos de destino? A questão da liberdade, em seu aspecto mais radical, é a questão de como se pode romper esse círculo fechado do destino."
Slavoj Zizek (A visão em paralaxe, p. 279)
"Em seu aspecto mais elementar, a liberdade não é a liberdade de fazer o que se quer (isto é, de seguir nossas tendências sem nenhuma restrição imposta de fora), mas fazer o que não se quer, frustrar a realização 'espontânea' de um ímpeto. Esse é o vínculo entre a liberdade e a 'pulsão de morte' freudiana, que é também a pulsão de sabotar a tendência ao prazer."
Slavoj Zizek (A visão em paralaxe, p. 272-3)
"A liberdade não é um estado neutro e bem-aventurado de harmonia e equilíbrio, mas o próprio ato violento que perturba esse equilíbrio."
Slavoj Zizek (A visão em paralaxe, p. 373)
"O prêmio Darwin ao ato mais estúpido de 2001 foi conferido postumamente a uma pobre mulher do interior da Romênia que acordou no meio do seu próprio cortejo fúnebre; depois de sair do caixão e de perceber o que estava acontecendo, correu às cegas, apavorada, foi atropelada por um caminhão numa estrada próxima e morreu na hora... Não é esse o maior exemplo do que chamamos de destino? A questão da liberdade, em seu aspecto mais radical, é a questão de como se pode romper esse círculo fechado do destino."
Slavoj Zizek (A visão em paralaxe, p. 279)
"Em seu aspecto mais elementar, a liberdade não é a liberdade de fazer o que se quer (isto é, de seguir nossas tendências sem nenhuma restrição imposta de fora), mas fazer o que não se quer, frustrar a realização 'espontânea' de um ímpeto. Esse é o vínculo entre a liberdade e a 'pulsão de morte' freudiana, que é também a pulsão de sabotar a tendência ao prazer."
Slavoj Zizek (A visão em paralaxe, p. 272-3)
"A liberdade não é um estado neutro e bem-aventurado de harmonia e equilíbrio, mas o próprio ato violento que perturba esse equilíbrio."
Slavoj Zizek (A visão em paralaxe, p. 373)
terça-feira, 3 de agosto de 2010
3 de agosto, 23 horas... mais uma noite na companhia de Walt Whitman
“...Já percebi que estar junto de quem gosto me basta,
Ficar na companhia dos outros num fim de tarde me basta,
Estar cercado por suas carnes belas curiosas gargalhantes e sem fôlego me basta,
Passar no meio deles... tocar qualquer um... pousar de leve meu braço ao redor do pescoço dele ou dela por um momento... o que é isso?
Não peço delícia melhor... mergulho nisso como num mar.
Tem alguma coisa em ficar perto de homens e mulheres e no olhar e no contato e nos seus cheiros que satisfazem a alma,
Todas as coisas satisfazem a alma, mas essas sim satisfazem a alma...”
(Walt Whitman)
Ficar na companhia dos outros num fim de tarde me basta,
Estar cercado por suas carnes belas curiosas gargalhantes e sem fôlego me basta,
Passar no meio deles... tocar qualquer um... pousar de leve meu braço ao redor do pescoço dele ou dela por um momento... o que é isso?
Não peço delícia melhor... mergulho nisso como num mar.
Tem alguma coisa em ficar perto de homens e mulheres e no olhar e no contato e nos seus cheiros que satisfazem a alma,
Todas as coisas satisfazem a alma, mas essas sim satisfazem a alma...”
(Walt Whitman)
sábado, 24 de julho de 2010
25 de julho... madrugada com Walt Whitman
Tenho dito que a alma
não é mais do que o corpo
e tenho dito que o corpo
não é mais do que a alma,
e que nada, nem Deus,
para ninguém é mais
do que a própria pessoa,
e quem anda duzentas jardas
sem vontade
anda seguindo o próprio funeral
vestindo a própria mortalha,
e que eu como vocês
sem um tostão no bolso
posso comprar
o que o mundo tem de melhor,
e dar uma vista d'olhos
ou mostrar uma vagem no seu galho
confunde o aprendizado
de todos os tempos,
e não existe emprego ou desemprego
em que um homem não possa ser herói,
e coisa nenhuma há de ser tão mole
que não sirva de cubo às rodas do universo,
e a qualquer homem ou mulher eu digo:
- Deixem que se levantem as almas de vocês
tranqüilas e bem postas ante um milhão de sóis!
(Walt Whitman)
não é mais do que o corpo
e tenho dito que o corpo
não é mais do que a alma,
e que nada, nem Deus,
para ninguém é mais
do que a própria pessoa,
e quem anda duzentas jardas
sem vontade
anda seguindo o próprio funeral
vestindo a própria mortalha,
e que eu como vocês
sem um tostão no bolso
posso comprar
o que o mundo tem de melhor,
e dar uma vista d'olhos
ou mostrar uma vagem no seu galho
confunde o aprendizado
de todos os tempos,
e não existe emprego ou desemprego
em que um homem não possa ser herói,
e coisa nenhuma há de ser tão mole
que não sirva de cubo às rodas do universo,
e a qualquer homem ou mulher eu digo:
- Deixem que se levantem as almas de vocês
tranqüilas e bem postas ante um milhão de sóis!
(Walt Whitman)
quinta-feira, 22 de julho de 2010
23 de julho, madrugada... poesia.
.
"IV
(...) Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.(...)"
(Antonio Machado)
.
"IV
(...) Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.(...)"
(Antonio Machado)
.
quarta-feira, 21 de julho de 2010
22 de julho, madrugada... "Um bom samba é uma forma de oração"
.
Samba Da Bênção
É melhor ser alegre que ser triste
Alegria é a melhor coisa que existe
É assim como a luz no coração
Mas pra fazer um samba com beleza
É preciso um bocado de tristeza
É preciso um bocado de tristeza
Senão, não se faz um samba não
(Senão é como amar uma mulher só linda
E daí? Uma mulher tem que ter
Qualquer coisa além de beleza
Qualquer coisa de triste
Qualquer coisa que chora
Qualquer coisa que sente saudade
Um molejo de amor machucado
Uma beleza que vem da tristeza
De se saber mulher
Feita apenas para amar
Para sofrer pelo seu amor
E pra ser só perdão)
Fazer samba não é contar piada
E quem faz samba assim não é de nada
O bom samba é uma forma de oração
Porque o samba é a tristeza que balança
E a tristeza tem sempre uma esperança
A tristeza tem sempre uma esperança
De um dia não ser mais triste não
(Feito essa gente
que anda por aí brincando com a vida
Cuidado, companheiro
A vida é pra valer
Não se engane, não
É uma só
Duas mesmo que é bom
Ninguém vai me dizer que tem sem provar
muito bem provado com certidão passada em cartório do Céu assinado em baixo: Deus!
E com firma reconhecida
A vida não é de brincadeira, amigo
A vida é arte do encontro
embora haja tanto desencontro pela vida
Há sempre uma mulher a sua espera
com os olhos cheios de carinho
e as mãos cheias de perdão
Ponha um pouco de amor na sua vida,
como no seu samba)
Ponha um pouco de amor numa cadência
E vai ver que ninguém no mundo vence
A beleza que tem um samba, não
Porque o samba nasceu lá na Bahia
E se hoje ele é branco na poesia
Se hoje ele é branco na poesia
Ele é negro demais no coração
(Eu, por exemplo, o capitão do mato
Vinicius de Moraes
Poeta e diplomata
O branco mais preto do Brasil
Na linha direta de Xangô, saravá!
A bênção, Senhora
A maior ialorixá da Bahia
Terra de Caymmi e João Gilberto
A bênção, Pixinguinha
Tu que choraste na flauta
Todas as minhas mágoas de amor
A bênção, Sinhô, A bênção Cartola,
A bênção, Ismael Silva
Sua bênção, Heitor dos Prazeres
A bênção, Nelson Cavaquinho
A bênção, Geraldo Pereira
A bênção, meu bom Cyro Monteiro
Você, sobrinho de Nonô
A bênção, Noel, sua bênção, Ary
A bênção, todos os grandes
Sambistas do meu Brasil
Branco, preto, mulato
Lindo como a pele macia de Oxum
A bênção, maestro Antonio Carlos Jobim
Parceiro e amigo querido
Que já viajaste tantas canções comigo
E ainda há tantas a viajar
A bênção, Carlinhos Lyra
Parceirinho cem por cento
Você que une a ação ao sentimento
E ao pensamento, a bênção
A bênção, a bênção, Baden Powell
Amigo novo, parceiro novo
Que fizeste este samba comigo
A bênção, amigo
A bênção, maestro Moacir Santos
Não és um só, és tantos como
O meu Brasil de todos os santos
Inclusive meu São Sebastião
Saravá!
A bênção, que eu vou partir
Eu vou ter que dizer adeus)
Ponha um pouco de amor numa cadência
E vai ver que ninguém no mundo vence
A beleza que tem um samba, não
Porque o samba nasceu lá na Bahia
E se hoje ele é branco na poesia
Se hoje ele é branco na poesia
Ele é negro demais no coração
(Vinícius de Moraes)
Samba Da Bênção
É melhor ser alegre que ser triste
Alegria é a melhor coisa que existe
É assim como a luz no coração
Mas pra fazer um samba com beleza
É preciso um bocado de tristeza
É preciso um bocado de tristeza
Senão, não se faz um samba não
(Senão é como amar uma mulher só linda
E daí? Uma mulher tem que ter
Qualquer coisa além de beleza
Qualquer coisa de triste
Qualquer coisa que chora
Qualquer coisa que sente saudade
Um molejo de amor machucado
Uma beleza que vem da tristeza
De se saber mulher
Feita apenas para amar
Para sofrer pelo seu amor
E pra ser só perdão)
Fazer samba não é contar piada
E quem faz samba assim não é de nada
O bom samba é uma forma de oração
Porque o samba é a tristeza que balança
E a tristeza tem sempre uma esperança
A tristeza tem sempre uma esperança
De um dia não ser mais triste não
(Feito essa gente
que anda por aí brincando com a vida
Cuidado, companheiro
A vida é pra valer
Não se engane, não
É uma só
Duas mesmo que é bom
Ninguém vai me dizer que tem sem provar
muito bem provado com certidão passada em cartório do Céu assinado em baixo: Deus!
E com firma reconhecida
A vida não é de brincadeira, amigo
A vida é arte do encontro
embora haja tanto desencontro pela vida
Há sempre uma mulher a sua espera
com os olhos cheios de carinho
e as mãos cheias de perdão
Ponha um pouco de amor na sua vida,
como no seu samba)
Ponha um pouco de amor numa cadência
E vai ver que ninguém no mundo vence
A beleza que tem um samba, não
Porque o samba nasceu lá na Bahia
E se hoje ele é branco na poesia
Se hoje ele é branco na poesia
Ele é negro demais no coração
(Eu, por exemplo, o capitão do mato
Vinicius de Moraes
Poeta e diplomata
O branco mais preto do Brasil
Na linha direta de Xangô, saravá!
A bênção, Senhora
A maior ialorixá da Bahia
Terra de Caymmi e João Gilberto
A bênção, Pixinguinha
Tu que choraste na flauta
Todas as minhas mágoas de amor
A bênção, Sinhô, A bênção Cartola,
A bênção, Ismael Silva
Sua bênção, Heitor dos Prazeres
A bênção, Nelson Cavaquinho
A bênção, Geraldo Pereira
A bênção, meu bom Cyro Monteiro
Você, sobrinho de Nonô
A bênção, Noel, sua bênção, Ary
A bênção, todos os grandes
Sambistas do meu Brasil
Branco, preto, mulato
Lindo como a pele macia de Oxum
A bênção, maestro Antonio Carlos Jobim
Parceiro e amigo querido
Que já viajaste tantas canções comigo
E ainda há tantas a viajar
A bênção, Carlinhos Lyra
Parceirinho cem por cento
Você que une a ação ao sentimento
E ao pensamento, a bênção
A bênção, a bênção, Baden Powell
Amigo novo, parceiro novo
Que fizeste este samba comigo
A bênção, amigo
A bênção, maestro Moacir Santos
Não és um só, és tantos como
O meu Brasil de todos os santos
Inclusive meu São Sebastião
Saravá!
A bênção, que eu vou partir
Eu vou ter que dizer adeus)
Ponha um pouco de amor numa cadência
E vai ver que ninguém no mundo vence
A beleza que tem um samba, não
Porque o samba nasceu lá na Bahia
E se hoje ele é branco na poesia
Se hoje ele é branco na poesia
Ele é negro demais no coração
(Vinícius de Moraes)
sexta-feira, 16 de julho de 2010
17 de julho, duas da manhã ... A brusca poesia que me vem de madrugada
.
Poema para uma singela cidadezinha esquecida ao sul do mapa
Uma cidade muito engraçada
Não tinha emprego, não tinha nada
Ninguém podia andar nela, não
Porque calçado não era o chão
Ninguém podia dormir na rede
Porque a rede se foi na enchente
Ninguém podia fazer pipi
Porque não havia esgoto ali
Ninguém podia fazer cocô
Porque a patente o vento levou
Ninguém podia comer churrasco
Porque o salário era um fiasco
Uma cidade muito engraçada:
Monte de casa à beira da estrada
Ninguém podia obter verba, não
Porque o prefeito era um ladrão
Ninguém podia juntar dinheiro
Porque o pastor pedia primeiro
Ninguém ouvia reclamação
Pois voz se dava só ao patrão
E ninguém podia se instruir
Porque a imprensa reinava ali
E assim, à tal cidade engraçada
Só lhe restava virar piada...
:(
(Demétrio Cherobini)
Poema para uma singela cidadezinha esquecida ao sul do mapa
Uma cidade muito engraçada
Não tinha emprego, não tinha nada
Ninguém podia andar nela, não
Porque calçado não era o chão
Ninguém podia dormir na rede
Porque a rede se foi na enchente
Ninguém podia fazer pipi
Porque não havia esgoto ali
Ninguém podia fazer cocô
Porque a patente o vento levou
Ninguém podia comer churrasco
Porque o salário era um fiasco
Uma cidade muito engraçada:
Monte de casa à beira da estrada
Ninguém podia obter verba, não
Porque o prefeito era um ladrão
Ninguém podia juntar dinheiro
Porque o pastor pedia primeiro
Ninguém ouvia reclamação
Pois voz se dava só ao patrão
E ninguém podia se instruir
Porque a imprensa reinava ali
E assim, à tal cidade engraçada
Só lhe restava virar piada...
:(
(Demétrio Cherobini)
Teoria política para o tempo presente
Em defesa de uma luta emancipadora coerente e radical: István Mészáros e a atualidade da ofensiva socialista
É bastante conhecido o mote marxiano - lançado em 1844, na Introdução à Crítica da Filosofia do Direito de Hegel - de que somente uma postura radical pode emancipar o homem da sujeição às construções históricas que lhe colocam na condição de ser “humilhado, escravizado, abandonado, desprezível”. Ora, na visão de Marx, ser radical é ir à raiz dos problemas. No caso dos seres humanos, as raízes das suas mazelas estão, justamente, na sua própria atividade social, nas relações que estabelecem entre si e na forma de intercâmbio que mantêm com a natureza. Ocorre que, em dado momento, por razões específicas, um determinado conjunto de relações e atividades se autonomiza parcialmente do controle consciente de seus criadores e se volta contra eles, dominando-os de uma maneira alienada e fetichista. Para combater esse estado de coisas - a “força material” que oprime na prática - é necessária – e aqui torna-se perfeitamente claro o significado da proposta revolucionária do filósofo alemão – a formação de uma outra força, também material, também prática, que seja capaz assim de se lhe contrapor radicalmente. Em nossos dias, um dos teóricos que com maestria e lucidez retoma a recomendação de radicalidade feita por Marx é o filósofo húngaro István Mészáros.
O que é que deve ser a práxis revolucionária no contexto do século XXI? Pelo quê e como devemos lutar? Quais princípios devem orientar a luta pela emancipação humana em nosso tempo histórico? Quais coordenadas devem balizar nossas ações políticas? Em A atualidade histórica da ofensiva socialista – uma alternativa ao sistema parlamentar,(1) Mészáros nos proporciona valiosos esclarecimentos a esse respeito. Trata-se de uma defesa intransigente e sem concessões da tese de que os socialistas e os trabalhadores só podem ter sucesso, no seu intuito de superar a ordem do capital, se se constituírem fundamentalmente como movimento extraparlamentar imbuído do objetivo precípuo de retomar conscientemente as rédeas dos processos que regulam o metabolismo social humano.(2) Qual a base dessa idéia?
O filósofo inicia seu ensaio definindo aquilo que chama de caráter alienado da política institucional em nossas sociedades, isto é, o divórcio radical que existe entre o Parlamento e as grandes massas, e a conseqüente impossibilidade – fruto de tal divisão - de que estas se associem livre e autonomamente, e decidam por si mesmas acerca dos rumos de sua atividade laboral.
A política tradicional, aquela que se circunscreve ao âmbito da instituição parlamentar, possui limites muitíssimo estreitos. Mészáros explica que decretos legislativos ou reformas políticas de qualquer tipo não podem proporcionar aos trabalhadores aquilo que é essencial: a capacidade de assumirem os poderes sobre o processo reprodutivo de sua vida material. Em nosso mundo, essa regência é exercida pelo capital. É este que, em sua dinâmica, toma o Estado – e, por conseguinte, o Parlamento - como meio para resolver temporariamente suas crises esporádicas. Não é o Estado, portanto, que controla o capital e a produção humana. É o próprio sistema de produção de mercadorias que organiza e domina o complexo de atividades sociais, políticas, econômicas e culturais dentro do qual nos inserimos. O capital é, pois, essencialmente uma força extraparlamentar de atuação, e é somente dessa maneira que ele pode ser confrontado e vencido.
Política, então, para Mészáros, não pode ser confundida com as ações exercidas nos marcos parlamentares. Diz respeito, na verdade, a algo muito mais amplo: a perspectiva de os “produtores livremente associados” exercerem conscientemente o comando do metabolismo social. Este é o ponto central da questão política, segundo o autor de Para além do capital. No sistema do capital, os trabalhadores estão apartados de tal possibilidade. A superação dessa contradição é o objetivo supremo da práxis revolucionária a ser levada a cabo pelos socialistas.
Aí está, portanto, a raiz do problema que nos atinge a todos: a práxis humana e suas determinações históricas. Em virtude disto, da forma específica como se estruturam hoje as atividades que estão na base da nossa sociabilidade, a necessidade de se transcender a via institucional de atuação é premente, “pois sem o estabelecimento de uma alternativa radical ao sistema parlamentar não pode haver esperança de desembaraçar o movimento socialista de sua atual situação, à mercê das personificações do capital que existem em suas próprias fileiras.” (Cf. Mészáros, 2010, p. 15). O problema a ser atacado é exatamente o da separação entre política – a decisão consciente dos “produtores livremente associados” – e a esfera reprodutiva material da sociedade. E isso só pode ser feito se se vai além da política “tradicional”, visto que o que está em jogo é, justamente, não a mera ocupação e posse do Estado – que não pode, por definição, controlar o capital -, mas o comando da produção por parte dos sujeitos que a realizam. Mészáros argumenta que
nenhuma mudança significativa é viável sem que se volte a essa questão, tanto por meio de políticas capazes de desafiar o poder e os modos de ação extraparlamentares do capital como na esfera da reprodução material. Portanto, o único desafio que poderia, de modo sustentável, afetar o poder do capital seria aquele que assumisse as funções de produção decisivas do sistema e, ao mesmo tempo, adquirisse o controle sobre todas as esferas correspondentes da tomada de decisão política, em vez de ser irremediavelmente condicionado pela prisão circular da ação política institucionalmente legitimada pela legislação parlamentar. (idem, p. 39-40)
O que deve ser, então, a alternativa socialista? Leiamos mais uma vez o filósofo húngaro:
O estabelecimento de uma forma socialista de tomada de decisão, em conformidade com os princípios da inalienabilidade do poder de determinar as regras (isto é, a “soberania” do trabalho não como uma classe particular, mas como condição universal da sociedade) e da delegação de papéis e funções sob condições específicas, bem definidas, com distribuição flexível e supervisão adequada, exigiria invadir e uma radical reestruturação de todos os domínios materiais antagônicos do capital. Um processo que realmente deve ir muito além do princípio de soberania popular inalienável de Rousseau e seu corolário delegatório. Ou seja, em uma ordem socialista, o processo “legislativo” deveria ser fundido ao próprio processo de produção de tal modo que a necessária divisão horizontal do trabalho fosse adequadamente complementada em todos os níveis, do local ao global, por um sistema de coordenação autodeterminada do trabalho. (idem, p. 24)
Fundir o processo de legislar – decidir, estabelecer conscientemente as regras, etc. - ao de produzir – fazer, executar, realizar –, de uma maneira em que os próprios produtores se autodeterminem e se organizem de forma horizontal, tal deve ser o objetivo estratégico dos socialistas. É por essa razão que a nossa práxis não pode se limitar ao campo do Parlamento. Devemos, justamente, superar a fissura estabelecida pelo sistema do capital entre o político (institucional) e a esfera produtiva. Para se confrontar a ação extraparlamentar do capital – aquela que, bem entendido, controla o metabolismo social humano e que utiliza, para esse fim, o Estado – é preciso que nos constituamos, também, como força extraparlamentar. Como isso deve ser feito?
Para que tal projeto se efetive, o poder de decisão, sobre todos os âmbitos da atividade social humana, deve ser cada vez mais transposto para os trabalhadores. A participação ampla e consciente dos “produtores livremente associados” é uma exigência decisiva nesse processo. Como Mészáros (idem, p. 16) esclarece, “A alternativa necessária ao sistema parlamentar está em íntima relação com a questão da verdadeira participação, definida como autogestão plenamente autônoma da sociedade pelos produtores livremente associados em todos os domínios [grifo nosso], muito além das restritas mediações (obviamente ainda necessárias durante algum tempo) do Estado político moderno”. E é somente a verdadeira participação numa forma autogestionária de sociedade que pode promover o fenecimento do Estado, ponto defendido pelos socialistas desde os primórdios de seus embates políticos no século XIX.
Isso estabelecido, Mészáros sintetiza em que deve constituir o movimento revolucionário capaz de enfrentar radicalmente os desafios de nossa época. Assevera o filósofo:
O movimento em questão não pode ser apenas um tipo de partido político orientado para a obtenção de concessões parlamentares, que em geral são, mais cedo ou mais tarde, anuladas pelos interesses especiais da ordem estabelecida que também prevalecem no Parlamento. O movimento socialista não terá sucesso diante da hostilidade dessas forças [isto é, as forças que estão a serviço do sistema do capital] a menos que se rearticule como um movimento revolucionário de massas, ativo de maneira consciente em todas as formas de luta política e social: local, nacional e global/internacional. Um movimento revolucionário capaz de utilizar plenamente as oportunidades parlamentares quando disponíveis, ainda que limitadas nas atuais circunstâncias, e, acima de tudo, sem medo de afirmar as demandas necessárias da ação extraparlamentar desafiadora. (idem, p. 43)
Note-se que Mészáros não descarta a “oportunidade parlamentar”, mas subordina essa prática à exigência de se formar uma força de combate extraparlamentar capaz de arrancar das mãos do capital o poder de decisão sobre a atividade produtiva e transferi-lo cada vez mais aos trabalhadores. Esse movimento, genuinamente político, deve estar apto a “formular e defender organizacionalmente os interesses estratégicos do trabalho como alternativa sociometabólica historicamente viável”, bem como “enfrentar conscientemente e negar vigorosamente” (idem, p. 44) as determinações estruturais da ordem de reprodução material do capital, superando assim, definitivamente, seu poder, que hoje prevalece no Parlamento e fora dele. Nesse processo, como fica claro pela passagem acima, as exigências parciais podem ser reivindicadas, desde que, evidentemente, estejam articuladas com as exigências sistêmicas mais amplas do projeto revolucionário como tal: a superação da relação-capital em si.
Note-se, finalmente, como tal proposta redefine toda uma série de ações que hoje se encontra cristalizada na prática política da esquerda, que de uns anos para cá tem se mostrado preocupada sobretudo em atingir maioria no Parlamento, formar alianças espúrias que lhe garantam a “governabilidade”, administrar com “responsabilidade” as crises do capital e instituir, quando muito, paliativos para os males radicais da classe trabalhadora. Contra isso, o que devemos fazer? Não nos iludir quanto às possibilidades do Parlamento e da democracia burguesa, compôr uma força de atuação política que vá além desses limites, formar novas mediações extraparlamentares de combate, organizar os trabalhadores, transferir a eles cada vez mais o poder de decisão sobre a atividade produtiva – os processos sócio-metabólicos da humanidade -, fomentar intransigentemente a verdadeira participação, promover o fenecimento do Estado por meio de uma luta que articule o local e o global, o nacional e internacional: tais são as preciosas recomendações que Mészáros fornece aos revolucionários do presente.
Notas:
1. MÉSZÁROS, István. A atualidade histórica da ofensiva socialista – uma alternativa ao sistema parlamentar. São Paulo: Boitempo, 2010. Esse livro consiste numa republicação do capítulo 18 de Para além do capital - rumo a uma teoria da transição (São Paulo: Boitempo, 2002). Limitaremo-nos aqui a comentar as formulações contidas na sua Introdução, de cerca de 40 paginas, que é o que há de original na publicação em relação às obras anteriores de Mészáros.
2. O conceito de sócio-metabolismo humano tem um papel tremendamente importante na obra de Mészáros. Diz respeito ao conjunto de relações sociais que regula o intercâmbio entre os homens e a natureza, isto é, a própria atividade produtiva como tal. Na concepção do filósofo húngaro, a luta de classes se dá, antes de mais nada, em torno dessa questão, e se expressa, conseqüentemente, em todos os demais ramos da vida social que com ela se vinculam.
É bastante conhecido o mote marxiano - lançado em 1844, na Introdução à Crítica da Filosofia do Direito de Hegel - de que somente uma postura radical pode emancipar o homem da sujeição às construções históricas que lhe colocam na condição de ser “humilhado, escravizado, abandonado, desprezível”. Ora, na visão de Marx, ser radical é ir à raiz dos problemas. No caso dos seres humanos, as raízes das suas mazelas estão, justamente, na sua própria atividade social, nas relações que estabelecem entre si e na forma de intercâmbio que mantêm com a natureza. Ocorre que, em dado momento, por razões específicas, um determinado conjunto de relações e atividades se autonomiza parcialmente do controle consciente de seus criadores e se volta contra eles, dominando-os de uma maneira alienada e fetichista. Para combater esse estado de coisas - a “força material” que oprime na prática - é necessária – e aqui torna-se perfeitamente claro o significado da proposta revolucionária do filósofo alemão – a formação de uma outra força, também material, também prática, que seja capaz assim de se lhe contrapor radicalmente. Em nossos dias, um dos teóricos que com maestria e lucidez retoma a recomendação de radicalidade feita por Marx é o filósofo húngaro István Mészáros.
O que é que deve ser a práxis revolucionária no contexto do século XXI? Pelo quê e como devemos lutar? Quais princípios devem orientar a luta pela emancipação humana em nosso tempo histórico? Quais coordenadas devem balizar nossas ações políticas? Em A atualidade histórica da ofensiva socialista – uma alternativa ao sistema parlamentar,(1) Mészáros nos proporciona valiosos esclarecimentos a esse respeito. Trata-se de uma defesa intransigente e sem concessões da tese de que os socialistas e os trabalhadores só podem ter sucesso, no seu intuito de superar a ordem do capital, se se constituírem fundamentalmente como movimento extraparlamentar imbuído do objetivo precípuo de retomar conscientemente as rédeas dos processos que regulam o metabolismo social humano.(2) Qual a base dessa idéia?
O filósofo inicia seu ensaio definindo aquilo que chama de caráter alienado da política institucional em nossas sociedades, isto é, o divórcio radical que existe entre o Parlamento e as grandes massas, e a conseqüente impossibilidade – fruto de tal divisão - de que estas se associem livre e autonomamente, e decidam por si mesmas acerca dos rumos de sua atividade laboral.
A política tradicional, aquela que se circunscreve ao âmbito da instituição parlamentar, possui limites muitíssimo estreitos. Mészáros explica que decretos legislativos ou reformas políticas de qualquer tipo não podem proporcionar aos trabalhadores aquilo que é essencial: a capacidade de assumirem os poderes sobre o processo reprodutivo de sua vida material. Em nosso mundo, essa regência é exercida pelo capital. É este que, em sua dinâmica, toma o Estado – e, por conseguinte, o Parlamento - como meio para resolver temporariamente suas crises esporádicas. Não é o Estado, portanto, que controla o capital e a produção humana. É o próprio sistema de produção de mercadorias que organiza e domina o complexo de atividades sociais, políticas, econômicas e culturais dentro do qual nos inserimos. O capital é, pois, essencialmente uma força extraparlamentar de atuação, e é somente dessa maneira que ele pode ser confrontado e vencido.
Política, então, para Mészáros, não pode ser confundida com as ações exercidas nos marcos parlamentares. Diz respeito, na verdade, a algo muito mais amplo: a perspectiva de os “produtores livremente associados” exercerem conscientemente o comando do metabolismo social. Este é o ponto central da questão política, segundo o autor de Para além do capital. No sistema do capital, os trabalhadores estão apartados de tal possibilidade. A superação dessa contradição é o objetivo supremo da práxis revolucionária a ser levada a cabo pelos socialistas.
Aí está, portanto, a raiz do problema que nos atinge a todos: a práxis humana e suas determinações históricas. Em virtude disto, da forma específica como se estruturam hoje as atividades que estão na base da nossa sociabilidade, a necessidade de se transcender a via institucional de atuação é premente, “pois sem o estabelecimento de uma alternativa radical ao sistema parlamentar não pode haver esperança de desembaraçar o movimento socialista de sua atual situação, à mercê das personificações do capital que existem em suas próprias fileiras.” (Cf. Mészáros, 2010, p. 15). O problema a ser atacado é exatamente o da separação entre política – a decisão consciente dos “produtores livremente associados” – e a esfera reprodutiva material da sociedade. E isso só pode ser feito se se vai além da política “tradicional”, visto que o que está em jogo é, justamente, não a mera ocupação e posse do Estado – que não pode, por definição, controlar o capital -, mas o comando da produção por parte dos sujeitos que a realizam. Mészáros argumenta que
nenhuma mudança significativa é viável sem que se volte a essa questão, tanto por meio de políticas capazes de desafiar o poder e os modos de ação extraparlamentares do capital como na esfera da reprodução material. Portanto, o único desafio que poderia, de modo sustentável, afetar o poder do capital seria aquele que assumisse as funções de produção decisivas do sistema e, ao mesmo tempo, adquirisse o controle sobre todas as esferas correspondentes da tomada de decisão política, em vez de ser irremediavelmente condicionado pela prisão circular da ação política institucionalmente legitimada pela legislação parlamentar. (idem, p. 39-40)
O que deve ser, então, a alternativa socialista? Leiamos mais uma vez o filósofo húngaro:
O estabelecimento de uma forma socialista de tomada de decisão, em conformidade com os princípios da inalienabilidade do poder de determinar as regras (isto é, a “soberania” do trabalho não como uma classe particular, mas como condição universal da sociedade) e da delegação de papéis e funções sob condições específicas, bem definidas, com distribuição flexível e supervisão adequada, exigiria invadir e uma radical reestruturação de todos os domínios materiais antagônicos do capital. Um processo que realmente deve ir muito além do princípio de soberania popular inalienável de Rousseau e seu corolário delegatório. Ou seja, em uma ordem socialista, o processo “legislativo” deveria ser fundido ao próprio processo de produção de tal modo que a necessária divisão horizontal do trabalho fosse adequadamente complementada em todos os níveis, do local ao global, por um sistema de coordenação autodeterminada do trabalho. (idem, p. 24)
Fundir o processo de legislar – decidir, estabelecer conscientemente as regras, etc. - ao de produzir – fazer, executar, realizar –, de uma maneira em que os próprios produtores se autodeterminem e se organizem de forma horizontal, tal deve ser o objetivo estratégico dos socialistas. É por essa razão que a nossa práxis não pode se limitar ao campo do Parlamento. Devemos, justamente, superar a fissura estabelecida pelo sistema do capital entre o político (institucional) e a esfera produtiva. Para se confrontar a ação extraparlamentar do capital – aquela que, bem entendido, controla o metabolismo social humano e que utiliza, para esse fim, o Estado – é preciso que nos constituamos, também, como força extraparlamentar. Como isso deve ser feito?
Para que tal projeto se efetive, o poder de decisão, sobre todos os âmbitos da atividade social humana, deve ser cada vez mais transposto para os trabalhadores. A participação ampla e consciente dos “produtores livremente associados” é uma exigência decisiva nesse processo. Como Mészáros (idem, p. 16) esclarece, “A alternativa necessária ao sistema parlamentar está em íntima relação com a questão da verdadeira participação, definida como autogestão plenamente autônoma da sociedade pelos produtores livremente associados em todos os domínios [grifo nosso], muito além das restritas mediações (obviamente ainda necessárias durante algum tempo) do Estado político moderno”. E é somente a verdadeira participação numa forma autogestionária de sociedade que pode promover o fenecimento do Estado, ponto defendido pelos socialistas desde os primórdios de seus embates políticos no século XIX.
Isso estabelecido, Mészáros sintetiza em que deve constituir o movimento revolucionário capaz de enfrentar radicalmente os desafios de nossa época. Assevera o filósofo:
O movimento em questão não pode ser apenas um tipo de partido político orientado para a obtenção de concessões parlamentares, que em geral são, mais cedo ou mais tarde, anuladas pelos interesses especiais da ordem estabelecida que também prevalecem no Parlamento. O movimento socialista não terá sucesso diante da hostilidade dessas forças [isto é, as forças que estão a serviço do sistema do capital] a menos que se rearticule como um movimento revolucionário de massas, ativo de maneira consciente em todas as formas de luta política e social: local, nacional e global/internacional. Um movimento revolucionário capaz de utilizar plenamente as oportunidades parlamentares quando disponíveis, ainda que limitadas nas atuais circunstâncias, e, acima de tudo, sem medo de afirmar as demandas necessárias da ação extraparlamentar desafiadora. (idem, p. 43)
Note-se que Mészáros não descarta a “oportunidade parlamentar”, mas subordina essa prática à exigência de se formar uma força de combate extraparlamentar capaz de arrancar das mãos do capital o poder de decisão sobre a atividade produtiva e transferi-lo cada vez mais aos trabalhadores. Esse movimento, genuinamente político, deve estar apto a “formular e defender organizacionalmente os interesses estratégicos do trabalho como alternativa sociometabólica historicamente viável”, bem como “enfrentar conscientemente e negar vigorosamente” (idem, p. 44) as determinações estruturais da ordem de reprodução material do capital, superando assim, definitivamente, seu poder, que hoje prevalece no Parlamento e fora dele. Nesse processo, como fica claro pela passagem acima, as exigências parciais podem ser reivindicadas, desde que, evidentemente, estejam articuladas com as exigências sistêmicas mais amplas do projeto revolucionário como tal: a superação da relação-capital em si.
Note-se, finalmente, como tal proposta redefine toda uma série de ações que hoje se encontra cristalizada na prática política da esquerda, que de uns anos para cá tem se mostrado preocupada sobretudo em atingir maioria no Parlamento, formar alianças espúrias que lhe garantam a “governabilidade”, administrar com “responsabilidade” as crises do capital e instituir, quando muito, paliativos para os males radicais da classe trabalhadora. Contra isso, o que devemos fazer? Não nos iludir quanto às possibilidades do Parlamento e da democracia burguesa, compôr uma força de atuação política que vá além desses limites, formar novas mediações extraparlamentares de combate, organizar os trabalhadores, transferir a eles cada vez mais o poder de decisão sobre a atividade produtiva – os processos sócio-metabólicos da humanidade -, fomentar intransigentemente a verdadeira participação, promover o fenecimento do Estado por meio de uma luta que articule o local e o global, o nacional e internacional: tais são as preciosas recomendações que Mészáros fornece aos revolucionários do presente.
Notas:
1. MÉSZÁROS, István. A atualidade histórica da ofensiva socialista – uma alternativa ao sistema parlamentar. São Paulo: Boitempo, 2010. Esse livro consiste numa republicação do capítulo 18 de Para além do capital - rumo a uma teoria da transição (São Paulo: Boitempo, 2002). Limitaremo-nos aqui a comentar as formulações contidas na sua Introdução, de cerca de 40 paginas, que é o que há de original na publicação em relação às obras anteriores de Mészáros.
2. O conceito de sócio-metabolismo humano tem um papel tremendamente importante na obra de Mészáros. Diz respeito ao conjunto de relações sociais que regula o intercâmbio entre os homens e a natureza, isto é, a própria atividade produtiva como tal. Na concepção do filósofo húngaro, a luta de classes se dá, antes de mais nada, em torno dessa questão, e se expressa, conseqüentemente, em todos os demais ramos da vida social que com ela se vinculam.
segunda-feira, 12 de julho de 2010
12 de julho... Entre em meu lar sem bater
.
Entre a mi pago sin golpear
Fue mucho mi penar
Andando lejos del pago
Tanto correr
Pa' llegar a ningún lado
Y estaba en donde nací
Lo que buscaba por ahí.
Es oro la amistad
Que no se compra ni vende
Solo se da
Cuando en el pecho se siente
No es algo que se ha de usar
Cuando te sirva y nada más.
Así es como se dan
En la amistad mis paisanos
Sus manos son
Pan, cacho y mate cebado
Y la flor de la humildad
Suele su rancho perfumar.
La vida me han presta'o
Y tengo que devolverla
Cuando el creador
Me llame para la entrega
Que mis huesos, piel y sal
Abonen mi suelo natal.
La luna es un terrón
que alumbra con luz prestada
Solo al cantor
Que canta coplas del alma
Le estalla en el corazón
El sol que trepa por su voz.
Cantor para cantar
Si nada dicen tus versos
¡Ay! Para qué
Vas a callar al silencio
Si es el silencio un cantor
Lleno de duendes en la voz.
Mi pueblo es un cantor
Que canta la chacarera
No ha de cantar
Lo que muy dentro no sienta
Cuando lo quiera escuchar
Entre a mi pago sin golpear.
(Pablo Raúl Trullenque - Carlos Carabajal)
Entre a mi pago sin golpear
Fue mucho mi penar
Andando lejos del pago
Tanto correr
Pa' llegar a ningún lado
Y estaba en donde nací
Lo que buscaba por ahí.
Es oro la amistad
Que no se compra ni vende
Solo se da
Cuando en el pecho se siente
No es algo que se ha de usar
Cuando te sirva y nada más.
Así es como se dan
En la amistad mis paisanos
Sus manos son
Pan, cacho y mate cebado
Y la flor de la humildad
Suele su rancho perfumar.
La vida me han presta'o
Y tengo que devolverla
Cuando el creador
Me llame para la entrega
Que mis huesos, piel y sal
Abonen mi suelo natal.
La luna es un terrón
que alumbra con luz prestada
Solo al cantor
Que canta coplas del alma
Le estalla en el corazón
El sol que trepa por su voz.
Cantor para cantar
Si nada dicen tus versos
¡Ay! Para qué
Vas a callar al silencio
Si es el silencio un cantor
Lleno de duendes en la voz.
Mi pueblo es un cantor
Que canta la chacarera
No ha de cantar
Lo que muy dentro no sienta
Cuando lo quiera escuchar
Entre a mi pago sin golpear.
(Pablo Raúl Trullenque - Carlos Carabajal)
quarta-feira, 7 de julho de 2010
8 de julho, madrugada... Ética!
A simples persistência contra todas as probabilidades é em última análise a matéria de que a ética é feita - ou, como Samuel Beckett o expressa nas últimas palavras da obra-prima absoluta da literatura do século XX, O inominável, uma saga da pulsão que persevera sob o disfarce de um objeto parcial morto-vivo, "no silêncio você não sabe, você deve continuar, eu não posso continuar, eu continuarei."
Slavoj Zizek
Como ler Lacan (Rio de Janeiro: Zahar, 2010, p. 146)
Slavoj Zizek
Como ler Lacan (Rio de Janeiro: Zahar, 2010, p. 146)
Escrevemos para Compreender
"No princípio respondia que escrevia para ser querido. Imediatamente esta resposta pareceu-me insuficiente e decidi que escrevia porque não gostava da ideia de ter que morrer. Agora digo, e talvez isto esteja certo, que, no fundo, escrevo para compreender."
José Saramago
La Vanguardia de Barcelona, 1 de Setembro de 1997
José Saramago
La Vanguardia de Barcelona, 1 de Setembro de 1997
7 de julho, quatro e meia da manhã... Um soneto
Soneto a uma Velha Amiga
Havia na minha terra um gurizinho
Que adorava jogar bola na rua.
Mas adorava mais ficar sozinho,
À noite, no terraço, olhando a lua.
Ficava horas mirando-a, toda nua.
E compunha-lhe, às vezes, um versinho.
Queria, desejava que fosse sua
E que existisse até lá um caminho...
Mas cresceu o menino. Hoje, ele é poeta...
Já não vai mais ao terraço como antes,
Esqueceu da bola e da bicicleta.
Mas se lhe surge uma saudade antiga,
Vai à janela, e, olhando o céu distante,
Compõe mais uma vez para a lua amiga...
(Demétrio Cherobini)
hehehe
Havia na minha terra um gurizinho
Que adorava jogar bola na rua.
Mas adorava mais ficar sozinho,
À noite, no terraço, olhando a lua.
Ficava horas mirando-a, toda nua.
E compunha-lhe, às vezes, um versinho.
Queria, desejava que fosse sua
E que existisse até lá um caminho...
Mas cresceu o menino. Hoje, ele é poeta...
Já não vai mais ao terraço como antes,
Esqueceu da bola e da bicicleta.
Mas se lhe surge uma saudade antiga,
Vai à janela, e, olhando o céu distante,
Compõe mais uma vez para a lua amiga...
(Demétrio Cherobini)
hehehe
terça-feira, 6 de julho de 2010
6 de julho, seis da manhã... vinho, música e Lorca
O poeta pede a seu amor que lhe escreva
Amor de minhas entranhas, morte viva,
em vão espero tua palavra escrita
e penso, com a flor que se murcha,
que se vivo sem mim quero perder-te.
O ar é imortal. A pedra inerte
nem conhece a sombra nem a evita.
Coração interior não necessita
o mel gelado que a lua verte.
Porém eu te sofri. Rasguei-me as veias,
tigre e pomba, sobre tua cintura
em duelo de mordiscos e açucenas.
Enche, pois, de palavras minha loucura
ou deixa-me viver em minha serena
noite da alma para sempre escura.
(Federico Garcia Lorca)
Amor de minhas entranhas, morte viva,
em vão espero tua palavra escrita
e penso, com a flor que se murcha,
que se vivo sem mim quero perder-te.
O ar é imortal. A pedra inerte
nem conhece a sombra nem a evita.
Coração interior não necessita
o mel gelado que a lua verte.
Porém eu te sofri. Rasguei-me as veias,
tigre e pomba, sobre tua cintura
em duelo de mordiscos e açucenas.
Enche, pois, de palavras minha loucura
ou deixa-me viver em minha serena
noite da alma para sempre escura.
(Federico Garcia Lorca)
segunda-feira, 28 de junho de 2010
28 de junho, segunda, cinco e meia da manhã... Neruda
Não tenho nunca mais, não tenho sempre,
Na areia a vitória deixou seus pés perdidos.
Sou um pobre homem disposto a amar seus semelhantes.
Não sei quem és. Te amo. Não dou, não vendo espinhos.
Alguém saberá talvez que não teci coroas
sangrentas, que combati o engano,
e que em verdade enchi a preamar de minha alma.
Eu paguei a vileza com pombas.
Eu não tenho jamais porque distinto
fui, sou, serei. E em nome
de meu mutante amor proclamo a pureza.
A morte é só pedra do esquecimento.
Te amo, beijo em tua boca a alegria.
Tragamos lenha. Faremos fogo na montanha.
(Pablo Neruda)
Na areia a vitória deixou seus pés perdidos.
Sou um pobre homem disposto a amar seus semelhantes.
Não sei quem és. Te amo. Não dou, não vendo espinhos.
Alguém saberá talvez que não teci coroas
sangrentas, que combati o engano,
e que em verdade enchi a preamar de minha alma.
Eu paguei a vileza com pombas.
Eu não tenho jamais porque distinto
fui, sou, serei. E em nome
de meu mutante amor proclamo a pureza.
A morte é só pedra do esquecimento.
Te amo, beijo em tua boca a alegria.
Tragamos lenha. Faremos fogo na montanha.
(Pablo Neruda)
domingo, 27 de junho de 2010
Domingo, 27 de junho, 7 da manhã... Poética
Poética I
De manhã escureço
De dia tardo
De tarde anoiteço
De noite ardo.
A oeste a morte
Contra quem vivo
Do sul cativo
O este é meu norte.
Outros que contem
Passo por passo:
Eu morro ontem
Nasço amanhã
Ando onde há espaço:
– Meu tempo é quando.
Poética II
Com as lágrimas do tempo
E a cal do meu dia
Eu fiz o cimento
Da minha poesia.
E na perspectiva
Da vida futura
Ergui em carne viva
Sua arquitetura.
Não sei bem se é casa
Se é torre ou se é templo:
(Um templo sem Deus.)
Mas é grande e clara
Pertence ao seu tempo
– Entrai, irmãos meus!
(Vinícius de Moraes)
De manhã escureço
De dia tardo
De tarde anoiteço
De noite ardo.
A oeste a morte
Contra quem vivo
Do sul cativo
O este é meu norte.
Outros que contem
Passo por passo:
Eu morro ontem
Nasço amanhã
Ando onde há espaço:
– Meu tempo é quando.
Poética II
Com as lágrimas do tempo
E a cal do meu dia
Eu fiz o cimento
Da minha poesia.
E na perspectiva
Da vida futura
Ergui em carne viva
Sua arquitetura.
Não sei bem se é casa
Se é torre ou se é templo:
(Um templo sem Deus.)
Mas é grande e clara
Pertence ao seu tempo
– Entrai, irmãos meus!
(Vinícius de Moraes)
sexta-feira, 25 de junho de 2010
26 de junho... Jardim das Acácias
Nada vejo por essa cidade
Que não passe de um lugar comum
Mas o solo é de fertilidade
No jardim dos animais em jejum
Esperando alvorecer de novo
Esperando anoitecer pra ver
A clareza da oitava estrela
Esperando a madrugada vir
E eu não posso com a mão retê-la
E eu não passo de um rapaz comum
Como e corro, trafego na rua
Fui graveto no bico do anum
Vez em quando sou dragão da lua
Momentâneo alienígena
A formiga em viva carne crua
Perecendo e naufragando no mar!
A papoula da Terra do Fogo
Sanguessuga sedenta de calor
Desemboco o canto nesse jogo
Como a cobra se contorce de dor
Renegando a honra da família
Venerando todo ser criador
No avesso de um espelho claro
No chicote da barriga do boi
No mugido de uma vaca mansa
Foragido como Judas em paz
A pessoa que você mais ama
No planeta vendo o mundo girar
(Zé Ramalho)
Que não passe de um lugar comum
Mas o solo é de fertilidade
No jardim dos animais em jejum
Esperando alvorecer de novo
Esperando anoitecer pra ver
A clareza da oitava estrela
Esperando a madrugada vir
E eu não posso com a mão retê-la
E eu não passo de um rapaz comum
Como e corro, trafego na rua
Fui graveto no bico do anum
Vez em quando sou dragão da lua
Momentâneo alienígena
A formiga em viva carne crua
Perecendo e naufragando no mar!
A papoula da Terra do Fogo
Sanguessuga sedenta de calor
Desemboco o canto nesse jogo
Como a cobra se contorce de dor
Renegando a honra da família
Venerando todo ser criador
No avesso de um espelho claro
No chicote da barriga do boi
No mugido de uma vaca mansa
Foragido como Judas em paz
A pessoa que você mais ama
No planeta vendo o mundo girar
(Zé Ramalho)
quarta-feira, 23 de junho de 2010
24 de junho, madrugada... uma mulher me ama
Uma mulher me ama. Se eu me fosse
Talvez ela sentisse o desalento
Da árvore jovem que não ouve o vento
Inconstante e fiel, tardio e doce.
Na sua tarde em flor. Uma mulher
Me ama como a chama ama o silêncio
E o seu amor vitorioso vence
O desejo da morte que me quer.
Uma mulher me ama. Quando o escuro
Do crepúsculo mórbido e maduro
Me leva a face ao gênio dos espelhos
E eu, moço, busco em vão meus olhos velhos
Vindos de ver a morte em mim divina:
Uma mulher me ama e me ilumina.
(Vinícius de Moraes)
Talvez ela sentisse o desalento
Da árvore jovem que não ouve o vento
Inconstante e fiel, tardio e doce.
Na sua tarde em flor. Uma mulher
Me ama como a chama ama o silêncio
E o seu amor vitorioso vence
O desejo da morte que me quer.
Uma mulher me ama. Quando o escuro
Do crepúsculo mórbido e maduro
Me leva a face ao gênio dos espelhos
E eu, moço, busco em vão meus olhos velhos
Vindos de ver a morte em mim divina:
Uma mulher me ama e me ilumina.
(Vinícius de Moraes)
segunda-feira, 14 de junho de 2010
Não te rendas
Não te rendas, ainda há tempo
Para voltar e começar de novo,
Aceitar as sombras,
Enterrar os medos,
Soltar o lastro,
Retomar o voo.
Não te rendas, pois a vida é
Continuar a viagem,
Perseguir os sonhos,
Destravar o tempo,
Percorrer os escombros
E desvelar o céu.
Não te rendas, por favor, não desistas,
Ainda que o frio queime,
O medo morda
E o sol se esconda,
Ainda que se cale o vento.
Ainda há lume na tua alma,
E vida nos teus sonhos.
Não te rendas
Porque a vida é tua e também o desejo
Porque o quiseste e porque te quero,
Porque existe o vinho e o amor, é claro.
Porque não há ferida que o tempo não cure.
Abrir as portas,
Livrá-las das trancas,
Abandonar as muralhas que te protegeram,
Viver a vida e aceitar o desafio,
Recuperar o riso,
Arriscar uma canção,
Baixar a guarda e estender as mãos,
Distender as asas
E tentar de novo
Celebrar a vida e retomar os céus.
Não te rendas, por favor, não desistas,
Ainda que o frio queime,
O medo morda
E o sol se esconda,
Ainda que se cale o vento.
Ainda há lume na tua alma,
E vida nos teus sonhos.
Porque cada dia é um novo começo
Porque essa é a hora e o melhor momento
Porque não estás só, porque eu te quero.
(Mario Benedetti)
Para voltar e começar de novo,
Aceitar as sombras,
Enterrar os medos,
Soltar o lastro,
Retomar o voo.
Não te rendas, pois a vida é
Continuar a viagem,
Perseguir os sonhos,
Destravar o tempo,
Percorrer os escombros
E desvelar o céu.
Não te rendas, por favor, não desistas,
Ainda que o frio queime,
O medo morda
E o sol se esconda,
Ainda que se cale o vento.
Ainda há lume na tua alma,
E vida nos teus sonhos.
Não te rendas
Porque a vida é tua e também o desejo
Porque o quiseste e porque te quero,
Porque existe o vinho e o amor, é claro.
Porque não há ferida que o tempo não cure.
Abrir as portas,
Livrá-las das trancas,
Abandonar as muralhas que te protegeram,
Viver a vida e aceitar o desafio,
Recuperar o riso,
Arriscar uma canção,
Baixar a guarda e estender as mãos,
Distender as asas
E tentar de novo
Celebrar a vida e retomar os céus.
Não te rendas, por favor, não desistas,
Ainda que o frio queime,
O medo morda
E o sol se esconda,
Ainda que se cale o vento.
Ainda há lume na tua alma,
E vida nos teus sonhos.
Porque cada dia é um novo começo
Porque essa é a hora e o melhor momento
Porque não estás só, porque eu te quero.
(Mario Benedetti)
quinta-feira, 3 de junho de 2010
Sobre a coragem
Como, então, poderemos revolucionar uma ordem cujo mais genuíno principio é o constante auto-revolucionamento? Essa, talvez, seja a questão de hoje, e esse é o modo segundo o qual deveríamos repetir Mao, reinventando sua mensagem às centenas de milhões de pessoas que sofrem a opressão, uma simples e tocante mensagem de coragem: "Não é para temer o que é grande. O grande será derrubado pelo pequeno. O pequeno se tornará grande." (…)
"Não devemos ter medo." Não será essa a única atitude correta diante da guerra? "Primeiro, somos contra ela; segundo, não a tememos." Há definitivamente algo de aterrador nessa posição – no entanto, esse terror nada mais é senão a condição da liberdade.
(Slavoj Zizek)
ZIZEK, Slavoj. Mao Tsé-Tung, “Senhor do Desgoverno” marxista. in TSÉ-TUNG, Mao. Sobre a prática e a contradição. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Ed., 2008, p. 38.
"Não devemos ter medo." Não será essa a única atitude correta diante da guerra? "Primeiro, somos contra ela; segundo, não a tememos." Há definitivamente algo de aterrador nessa posição – no entanto, esse terror nada mais é senão a condição da liberdade.
(Slavoj Zizek)
ZIZEK, Slavoj. Mao Tsé-Tung, “Senhor do Desgoverno” marxista. in TSÉ-TUNG, Mao. Sobre a prática e a contradição. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Ed., 2008, p. 38.
segunda-feira, 31 de maio de 2010
Amar é quebrar barreiras
Damos dinheiro para manter o sofrimento dos outros a uma distância segura que nos permite satisfazer a simpatia emocional sem colocar em perigo nosso isolamento seguro de sua realidade. Essa separação das vítimas é a verdade do discurso da vitimação: eu (o assediado) versus os outros (do Terceiro mundo ou os sem-teto de nossas cidades) com quem simpatizo à distância. Em contraste com essa bagagem ideológico-emocional, a autêntica obra de amor não reside em ajudar o outro como se jogássemos para ele migalhas de nossa riqueza através de uma barreira segura: é, em realidade, o trabalho de desmontar essa barreira, de atingir diretamente o sofrimento excluído do Outro.
ZIZEK, Slavoj. Às portas da revolução: escritos de Lenin de 1917. São Paulo: Boitempo, 2005, p. 222-3.
ZIZEK, Slavoj. Às portas da revolução: escritos de Lenin de 1917. São Paulo: Boitempo, 2005, p. 222-3.
quinta-feira, 27 de maio de 2010
Sobre os sintomas das oportunidades perdidas, no amor e nas revoluções
A verdadeira escolha com relação ao trauma histórico não está entre lembrar-se ou esquecer-se dele: os traumas que não estamos dispostos a ou não somos capazes de relembrar assombram-nos com mais força. É necessário então aceitar o paradoxo de que, para realmente esquecer um acontecimento, precisamos primeiramente criar a força para lembrá-lo. Para responder a este paradoxo, devemos ter em mente que o contrário de existência não é inexistência, mas insistência: o que não existe continua a insistir, lutando para passar a existir (…). Quando perco uma oportunidade ética crucial e deixo de realizar a ação que “mudaria tudo”, a própria inexistência do que eu deveria ter feito há de me perseguir para sempre: apesar de não existir o que eu não fiz, seu espectro continua a insistir. Numa leitura notável das “Teses sobre Filosofia da História”, de Walter Benjamin, Eric Santner desenvolve a noção benjaminiana de que uma intervenção revolucionária presente repete e redime as tentativas fracassadas do passado. Os “sintomas” - traços passados que são retroativamente redimidos pelo “milagre” da intervenção revolucionária - “não são atos esquecidos, mas, pelo contrário, as omissões de ação que ficaram esquecidas, a incapacidade de suspender a força da ligação social que inibe os atos de solidariedade com os 'outros' da sociedade”:
“Os sintomas registram não somente as tentativas fracassadas do passado, mas, mais modestamente, as ocasiões no passado em que se deixou de reagir ao chamado à ação ou à empatia pelos outros cujo sofrimento de alguma forma pertence à forma de vida de que se é parte. Ocupam o lugar de alguma coisa que está lá,que insiste na nossa vida, apesar de nunca ter chegado à completa consistência ontológica. Assim, os sintomas são, em certo sentido, os arquivos virtuais dos vazios – ou, talvez melhor, defesas contra os vazios – que persistem na experiência histórica.”
Santner especifica a maneira como esses sintomas tomam forma de disrupções da vida social “normal”, como participações nos rituais obscenos da ideologia dominante. Não teria sido a infame Kristallnacht de 1938 – a explosão de violência meio espontânea, meio organizada contra os lares, sinagogas, negócios e pessoas de judeus – um perfeito “carnaval” bakhtiniano? A Kristallnacht deve ser entendida como um “sintoma”: a fúria de tal explosão de violência a faz um sintoma – o mecanismo de defesa que cobre o vazio da incapacidade de intervir eficazmente na crise social. Noutras palavras, a própria fúria dos pogroms anti-semitas é uma prova a contrario da possibilidade da autêntica revolução proletária: sua energia excessiva só pode ser entendida como uma reação ao reconhecimento (“inconsciente”) da oportunidade revolucionária perdida. E não seria a causa última da Ostalgia (nostalgia pelo passado comunista) entre muitos intelectuais (e até mesmo entre pessoas comuns) da falecida República Democrática da Alemanha também o desejo, não tanto do passado comunista, do que realmente aconteceu sob o comunismo, mas do que poderia ter acontecido, da oportunidade perdida de uma outra Alemanha? Conseqüentemente, não seriam também as explosões pós-comunistas de violência neonazista uma prova negativa da presença dessas oportunidades de emancipação, uma explosão sintomática de fúria que substitui a consciência de oportunidades perdidas? Não devemos ter medo de traçar um paralelo com a vida psíquica individual; assim como a consciência da perda de uma oportunidade “privada” (por exemplo, a oportunidade de se envolver numa relação amorosa enriquecedora) geralmente deixa traços sob a forma de angústias, dores de cabeça e acessos de raiva “irracionais”, o vazio da oportunidade revolucionária perdida pode acabar explodindo em acessos “irracionais” de fúria destrutiva...
(Slavoj Zizek)
ZIZEK, Slavoj. Bem-vindo ao deserto do Real! - São Paulo: Boitempo Editorial, 2003, p. 37-9.
“Os sintomas registram não somente as tentativas fracassadas do passado, mas, mais modestamente, as ocasiões no passado em que se deixou de reagir ao chamado à ação ou à empatia pelos outros cujo sofrimento de alguma forma pertence à forma de vida de que se é parte. Ocupam o lugar de alguma coisa que está lá,que insiste na nossa vida, apesar de nunca ter chegado à completa consistência ontológica. Assim, os sintomas são, em certo sentido, os arquivos virtuais dos vazios – ou, talvez melhor, defesas contra os vazios – que persistem na experiência histórica.”
Santner especifica a maneira como esses sintomas tomam forma de disrupções da vida social “normal”, como participações nos rituais obscenos da ideologia dominante. Não teria sido a infame Kristallnacht de 1938 – a explosão de violência meio espontânea, meio organizada contra os lares, sinagogas, negócios e pessoas de judeus – um perfeito “carnaval” bakhtiniano? A Kristallnacht deve ser entendida como um “sintoma”: a fúria de tal explosão de violência a faz um sintoma – o mecanismo de defesa que cobre o vazio da incapacidade de intervir eficazmente na crise social. Noutras palavras, a própria fúria dos pogroms anti-semitas é uma prova a contrario da possibilidade da autêntica revolução proletária: sua energia excessiva só pode ser entendida como uma reação ao reconhecimento (“inconsciente”) da oportunidade revolucionária perdida. E não seria a causa última da Ostalgia (nostalgia pelo passado comunista) entre muitos intelectuais (e até mesmo entre pessoas comuns) da falecida República Democrática da Alemanha também o desejo, não tanto do passado comunista, do que realmente aconteceu sob o comunismo, mas do que poderia ter acontecido, da oportunidade perdida de uma outra Alemanha? Conseqüentemente, não seriam também as explosões pós-comunistas de violência neonazista uma prova negativa da presença dessas oportunidades de emancipação, uma explosão sintomática de fúria que substitui a consciência de oportunidades perdidas? Não devemos ter medo de traçar um paralelo com a vida psíquica individual; assim como a consciência da perda de uma oportunidade “privada” (por exemplo, a oportunidade de se envolver numa relação amorosa enriquecedora) geralmente deixa traços sob a forma de angústias, dores de cabeça e acessos de raiva “irracionais”, o vazio da oportunidade revolucionária perdida pode acabar explodindo em acessos “irracionais” de fúria destrutiva...
(Slavoj Zizek)
ZIZEK, Slavoj. Bem-vindo ao deserto do Real! - São Paulo: Boitempo Editorial, 2003, p. 37-9.
terça-feira, 25 de maio de 2010
Una mujer desnuda y en lo escuro
Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
(Mario Benedetti)
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
(Mario Benedetti)
quinta-feira, 20 de maio de 2010
O que é a vida? O que a torna digna de ser vivida?
Na medida em que "morte" e "vida" designam para São Paulo [o apóstolo] duas posições existenciais (subjetivas), e não fatos "objetivos", é justificável que se faça a pergunta paulina: "Quem está realmente vivo hoje?"
E se somente estivermos realmente vivos se nos comprometermos com uma intensidade excessiva que nos coloca além de uma "vida nua"? E se, ao nos concentrarmos na simples sobrevivência, mesmo quando é qualificada de "uma boa vida", o que realmente perdemos na vida for a própria vida? (...) E se, em termos de processo revolucionário, a diferença que separa a era de Lenin da de Stalin for, mais uma vez, a diferença entre a vida e a morte? Existe uma característica aparentemente marginal que esclarece bem essa questão: a atitude básica do comunista stalinista é a de seguir a correta linha do partido contra os desvios à "esquerda" ou à "direita" – isto é, seguir o seguro caminho do meio; quanto ao leninismo autêntico, em nítido contraste, só existe um único desvio, o de centro – o de "não correr riscos", de evitar oportunisticamente o risco de clara e excessivamente "escolher um lado". (...) Essa excessiva "escolha de lados", o desequilíbrio ziguezagueante permanente, é, em última análise, a própria vida (política revolucionária) – para um leninista, o nome definitivo da direita contra-revolucionária é o próprio "centro", o medo de introduzir um desequilíbrio radical no edifício social. (...)
O que torna a vida "digna de ser vivida" é o próprio excesso de vida: a consciência da existência de algo pelo que alguém se dispõe a arriscar a vida (podemos chamar esse excesso de "liberdade", "honra", "dignidade", "autonomia", etc.). Somente quando prontos a assumir esse risco estamos realmente vivos.
ZIZEK, Slavoj. Bem-vindo ao deserto do Real! São Paulo: Boitempo Editorial, 2003, p. 108-9.
E se somente estivermos realmente vivos se nos comprometermos com uma intensidade excessiva que nos coloca além de uma "vida nua"? E se, ao nos concentrarmos na simples sobrevivência, mesmo quando é qualificada de "uma boa vida", o que realmente perdemos na vida for a própria vida? (...) E se, em termos de processo revolucionário, a diferença que separa a era de Lenin da de Stalin for, mais uma vez, a diferença entre a vida e a morte? Existe uma característica aparentemente marginal que esclarece bem essa questão: a atitude básica do comunista stalinista é a de seguir a correta linha do partido contra os desvios à "esquerda" ou à "direita" – isto é, seguir o seguro caminho do meio; quanto ao leninismo autêntico, em nítido contraste, só existe um único desvio, o de centro – o de "não correr riscos", de evitar oportunisticamente o risco de clara e excessivamente "escolher um lado". (...) Essa excessiva "escolha de lados", o desequilíbrio ziguezagueante permanente, é, em última análise, a própria vida (política revolucionária) – para um leninista, o nome definitivo da direita contra-revolucionária é o próprio "centro", o medo de introduzir um desequilíbrio radical no edifício social. (...)
O que torna a vida "digna de ser vivida" é o próprio excesso de vida: a consciência da existência de algo pelo que alguém se dispõe a arriscar a vida (podemos chamar esse excesso de "liberdade", "honra", "dignidade", "autonomia", etc.). Somente quando prontos a assumir esse risco estamos realmente vivos.
ZIZEK, Slavoj. Bem-vindo ao deserto do Real! São Paulo: Boitempo Editorial, 2003, p. 108-9.
quarta-feira, 19 de maio de 2010
Sobre amor e política
Como disse Hanif Kureishi numa entrevista sobre seu livro Intimidade: “Há vinte anos, política era tentar fazer uma revolução e mudar a sociedade, mas agora a política se reduz a dois corpos, que são capazes de recriar todo o mundo fazendo amor num porão”. Confrontados com uma afirmação como essa, só podemos recordar a velha lição da Teoria Crítica: quando tentamos preservar a autêntica esfera íntima de privacidade contra o ataque das transações públicas “alienadas” instrumentais e objetificadas, é a própria privacidade que se torna uma esfera completamente objetificada e “mercadizada”. Fuga para a privacidade hoje significa adotar as fórmulas de autenticidade privada propagadas pela indústria cultural recente – desde as lições sobre o iluminamento espiritual, a última mania cultural e outras modas, até as atividades físicas da corrida e do fisiculturismo. A verdade última do retiro na privacidade é a confissão pública de segredos íntimos num programa de TV – contra essa espécie de privacidade, devemos enfatizar que hoje a única forma de romper as restrições da mercadização alienada é inventar uma nova coletividade. Hoje, mais do que nunca, a lição dos romances de Marguerite Duras é relevante: o meio – o único meio – de se ter uma relação pessoal (sexual) intensa e satisfatória não é o casal olhar nos olhos um do outro, esquecido do mundo em volta, mas, ainda de mãos dadas, olharem os dois juntos para fora, para um terceiro ponto (a Causa pela qual os dois lutam, em que os dois estão engajados).
ZIZEK, Slavoj. Bem-vindo ao deserto do Real! São Paulo: Boitempo Editorial, 2003, p. 105.
ZIZEK, Slavoj. Bem-vindo ao deserto do Real! São Paulo: Boitempo Editorial, 2003, p. 105.
segunda-feira, 17 de maio de 2010
Sobre amor e causa comum
O problema do gozo é que ele nunca funciona diretamente; é sempre perturbado. Nas sociedades permissivas de hoje, por exemplo, temos o paradoxo inverso. Ou seja, oficialmente, contamos com a sociedade permissiva, temos permissão de gozar, ou melhor, de ter prazer; temos permissão de organizar nossa vida em torno da maneira de obter a máxima satisfação possível, de realizar nosso eu, e assim por diante. Mas qual é o resultado fundamental? O resultado necessário e intrínseco é que, para realmente gozarmos a vida, temos de seguir um sem-número de normas e proibições: nada de assédio sexual, fumo, alimentos gordurosos, álcool, ovos, nada de situações estressantes etc. O paradoxo é que, se você postula o prazer diretamente como uma meta, é obrigado/a a se submeter a diversas condições – por exemplo, preparação física para se manter sexualmente atraente -, de modo que seu prazer imediato torna a se estragar.
O paradoxo central do gozo é que não se pode tê-lo diretamente como objetivo; ele é sempre um subproduto. Esse paradoxo é fácil de discernir em alguns melodramas inteligentes, que mostram que o verdadeiro amor nunca é apenas uma relação simétrica entre duas pessoas que só olham uma para a outra, concordando em tudo, e se esquecem do mundo. É o que Bertholt Brecht chamava de das Lob der dritten Sache, o louvor à coisa terceira. Para mim, isso é quase um lema pessoal. Para se ter uma relação amorosa feliz, é preciso que haja uma causa comum como terceiro. As duas pessoas não olham uma para a outra, concordando em tudo, mas olham ambas para a causa comum, e é assim que se pode ser feliz na relação interpessoal.
Esse foi o grande erro do movimento hippie da década de 1960 e da política de gozo que emergiu dele. Opondo-se à chamada repressão burguesa, eles almejaram diretamente o prazer sexual como categoria política. O que pretendiam dizer com isso era que, em oposição à renúncia patriarcal, era preciso aprender a viver, a desfrutar espontaneamente a sexualidade, a vida ou o que fosse, e isso nos tornaria menos agressivos, menos autoritários etc. Na verdade, o tiro saiu pela culatra. Fica muito claro – e digo isto como esquerdista e pela perspectiva de alguém que tem vários amigos que viveram numa dessas comunas antiautoritárias – que essa aparente abolição da autoridade gerou uma autoridade ainda mais sufocante: uma espécie de comunidade falsamente igualitária, na qual as proibições eram ainda mais radicais e intrusivas.
(Slavoj Zizek)
ZIZEK, Slavoj e DALY, Glyn. Arriscar o impossível – Conversas com Zizek. São Paulo: Martins, 2006, p. 142-3.
O paradoxo central do gozo é que não se pode tê-lo diretamente como objetivo; ele é sempre um subproduto. Esse paradoxo é fácil de discernir em alguns melodramas inteligentes, que mostram que o verdadeiro amor nunca é apenas uma relação simétrica entre duas pessoas que só olham uma para a outra, concordando em tudo, e se esquecem do mundo. É o que Bertholt Brecht chamava de das Lob der dritten Sache, o louvor à coisa terceira. Para mim, isso é quase um lema pessoal. Para se ter uma relação amorosa feliz, é preciso que haja uma causa comum como terceiro. As duas pessoas não olham uma para a outra, concordando em tudo, mas olham ambas para a causa comum, e é assim que se pode ser feliz na relação interpessoal.
Esse foi o grande erro do movimento hippie da década de 1960 e da política de gozo que emergiu dele. Opondo-se à chamada repressão burguesa, eles almejaram diretamente o prazer sexual como categoria política. O que pretendiam dizer com isso era que, em oposição à renúncia patriarcal, era preciso aprender a viver, a desfrutar espontaneamente a sexualidade, a vida ou o que fosse, e isso nos tornaria menos agressivos, menos autoritários etc. Na verdade, o tiro saiu pela culatra. Fica muito claro – e digo isto como esquerdista e pela perspectiva de alguém que tem vários amigos que viveram numa dessas comunas antiautoritárias – que essa aparente abolição da autoridade gerou uma autoridade ainda mais sufocante: uma espécie de comunidade falsamente igualitária, na qual as proibições eram ainda mais radicais e intrusivas.
(Slavoj Zizek)
ZIZEK, Slavoj e DALY, Glyn. Arriscar o impossível – Conversas com Zizek. São Paulo: Martins, 2006, p. 142-3.
domingo, 16 de maio de 2010
Uma meia-noite clara
.
Esta é a tua hora, ó alma, a do teu livre vôo para lá das palavras,
Dos livros, da arte, apagado o dia, concluída a lição,
Quando tu emerges plenamente, silenciosa, absorta,
meditando sobre os temas que mais amas,
A noite, o sono, a morte e as estrelas.
(Walt Whitman)
.
Esta é a tua hora, ó alma, a do teu livre vôo para lá das palavras,
Dos livros, da arte, apagado o dia, concluída a lição,
Quando tu emerges plenamente, silenciosa, absorta,
meditando sobre os temas que mais amas,
A noite, o sono, a morte e as estrelas.
(Walt Whitman)
.
sábado, 15 de maio de 2010
16 de maio, 3 da manhã... Canción de jinete
.
Canción de jinete
Córdoba.
Lejana y sola.
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
¡Ay que camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!
Córdoba.
Lejana y sola.
(Federico García Lorca)
.
Canción de jinete
Córdoba.
Lejana y sola.
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
¡Ay que camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!
Córdoba.
Lejana y sola.
(Federico García Lorca)
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terça-feira, 11 de maio de 2010
Noite de 11 de maio de 2010... Homem que olha o céu
.
HOMEM QUE OLHA O CÉU
Enquanto passa a estrela fugaz
Junto neste desejo instantâneo
montões de desejos profundos e prioritários
por exemplo que a dor não me apague a raiva
que a alegria não desarme o amor
que os assassinos do povo devorem
seus molares caninos e incisivos
e mordam judiciosamente o próprio fígado
que as grades das prisões
se transformem em açúcar ou se curvem de piedade
e os meus irmãos possam fazer de novo
amor e a revolução
que quando enfrentarmos o implacável espelho
não o amaldiçoemos nem nos amaldiçoemos
que os justos avancem
ainda que imperfeitos e feridos
que avancem obstinados como castores
solidários como abelhas
aguerridos como jaguares
e empunhem todos os seus nãos
para instalar a grande afirmação
que a morte perca a sua asquerosa pontualidade
que quando o coração saia do peito
possa encontrar o caminho de regresso
que a morte perca a sua asquerosa
e brutal pontualidade
mas se chegar pontual não nos agarre
mortos de vergonha
que o ar volte a ser respirável e de todos
e que tu, mocinha, avances alegre e dolorida
ponho nos teus olhos a alma
e a tua mão na minha mão
e nada mais
porque o céu já está turvo novamente
e sem estrelas
com helicópteros e sem deus.
(Mário Benedetti)
HOMEM QUE OLHA O CÉU
Enquanto passa a estrela fugaz
Junto neste desejo instantâneo
montões de desejos profundos e prioritários
por exemplo que a dor não me apague a raiva
que a alegria não desarme o amor
que os assassinos do povo devorem
seus molares caninos e incisivos
e mordam judiciosamente o próprio fígado
que as grades das prisões
se transformem em açúcar ou se curvem de piedade
e os meus irmãos possam fazer de novo
amor e a revolução
que quando enfrentarmos o implacável espelho
não o amaldiçoemos nem nos amaldiçoemos
que os justos avancem
ainda que imperfeitos e feridos
que avancem obstinados como castores
solidários como abelhas
aguerridos como jaguares
e empunhem todos os seus nãos
para instalar a grande afirmação
que a morte perca a sua asquerosa pontualidade
que quando o coração saia do peito
possa encontrar o caminho de regresso
que a morte perca a sua asquerosa
e brutal pontualidade
mas se chegar pontual não nos agarre
mortos de vergonha
que o ar volte a ser respirável e de todos
e que tu, mocinha, avances alegre e dolorida
ponho nos teus olhos a alma
e a tua mão na minha mão
e nada mais
porque o céu já está turvo novamente
e sem estrelas
com helicópteros e sem deus.
(Mário Benedetti)
sexta-feira, 30 de abril de 2010
1ª de Maio, Dia do Trabalho, duas da manhã... A poesia é uma arma
.
A poesia é uma arma carregada de futuro
Quando já nada se espera pessoalmente exaltante,
mas se palpita e se segue ainda aquém da consciência,
ferozmente existindo, cegamente afirmando,
como um pulso que golpeia as trevas,
quando se miram de frente
os vertiginosos olhos claros da morte,
se dizem as verdades:
as bárbaras, terríveis, amorosas crueldades.
Se dizem os poemas
que enchem os pulmões de quantos, asfixiados,
pedem ser, pedem ritmo,
pedem lei para aquilo que sentem em excesso.
Com a velocidade do instinto,
com o raio do prodígio,
como mágica evidência, o real que se transforma
no idêntico a si mesmo.
Poesia para o pobre, poesia necessária
como o pão de cada dia,
como o ar que exigimos treze vezes por minuto,
para ser e enquanto somos dar um sim que glorifica.
Porque vivemos aos tropeços, porque apenas nos deixam
dizer que somos quem somos,
nossos cantos não podem ser sem pecado, um adorno.
Estamos chegando ao fundo.
Maldigo a poesia concebida como um luxo
cultural para os neutros
que, lavando-se as mãos, se desentendem e evadem.
Maldigo a poesia de quem não toma partido até manchar-se.
Faço minhas as faltas. Sinto em mim a quantos sofrem
e canto respirando.
Canto, canto, e cantando para além de minhas penas,
me expando.
Quisera dar-vos vida, provocar novos atos,
e calculo por isso com técnica, que posso. [...]
Assim é a minha poesia: poesia-ferramenta
e ao mesmo tempo pulsar do unânime e cego.
Assim é, arma carregada de futuro expansivo
com que aponto o teu peito.
Não é uma poesia gota a gota pensada.
Não é um belo produto. Não é um fruto perfeito.
É algo como o ar que todos respiramos
e é o canto que multiplica o que dentro levamos.
São palavras que todos repetimos sentindo
como nossas, e voam. São mais que o pensado.
São o mais necessário: o que não tem nome.
São gritos no céu, e, na terra, são atos.
(Gabriel Celaya)
A poesia é uma arma carregada de futuro
Quando já nada se espera pessoalmente exaltante,
mas se palpita e se segue ainda aquém da consciência,
ferozmente existindo, cegamente afirmando,
como um pulso que golpeia as trevas,
quando se miram de frente
os vertiginosos olhos claros da morte,
se dizem as verdades:
as bárbaras, terríveis, amorosas crueldades.
Se dizem os poemas
que enchem os pulmões de quantos, asfixiados,
pedem ser, pedem ritmo,
pedem lei para aquilo que sentem em excesso.
Com a velocidade do instinto,
com o raio do prodígio,
como mágica evidência, o real que se transforma
no idêntico a si mesmo.
Poesia para o pobre, poesia necessária
como o pão de cada dia,
como o ar que exigimos treze vezes por minuto,
para ser e enquanto somos dar um sim que glorifica.
Porque vivemos aos tropeços, porque apenas nos deixam
dizer que somos quem somos,
nossos cantos não podem ser sem pecado, um adorno.
Estamos chegando ao fundo.
Maldigo a poesia concebida como um luxo
cultural para os neutros
que, lavando-se as mãos, se desentendem e evadem.
Maldigo a poesia de quem não toma partido até manchar-se.
Faço minhas as faltas. Sinto em mim a quantos sofrem
e canto respirando.
Canto, canto, e cantando para além de minhas penas,
me expando.
Quisera dar-vos vida, provocar novos atos,
e calculo por isso com técnica, que posso. [...]
Assim é a minha poesia: poesia-ferramenta
e ao mesmo tempo pulsar do unânime e cego.
Assim é, arma carregada de futuro expansivo
com que aponto o teu peito.
Não é uma poesia gota a gota pensada.
Não é um belo produto. Não é um fruto perfeito.
É algo como o ar que todos respiramos
e é o canto que multiplica o que dentro levamos.
São palavras que todos repetimos sentindo
como nossas, e voam. São mais que o pensado.
São o mais necessário: o que não tem nome.
São gritos no céu, e, na terra, são atos.
(Gabriel Celaya)
quinta-feira, 29 de abril de 2010
30 de abril, uma da manhã... Morro
"No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos."
(Jaime Sabines)
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos."
(Jaime Sabines)
quarta-feira, 28 de abril de 2010
28 de abril, 4 da manhã... Neruda
.
"...Irmãos de terras desoladas
Aqui tendes como um conjunto de espadas
Meu coração disposto para a batalha."
(Pablo Neruda)
.
"...Irmãos de terras desoladas
Aqui tendes como um conjunto de espadas
Meu coração disposto para a batalha."
(Pablo Neruda)
.
domingo, 25 de abril de 2010
En el princípio
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero
(1916-1979)
Bilbao - España
lo que tiré, como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero
(1916-1979)
Bilbao - España
terça-feira, 20 de abril de 2010
20 de abril... Uma bela canção
.
Zamba del emigrante
Tengo que partir, mi corazón
antes que yo, otros se fueron,
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
No llores más mi corazón
que yo no busco el olvido
solo busco futuro y horizonte
el faro que orienta el náufrago perdido
solo busco futuro y horizonte
el faro que orienta el náufrago perdido
Sube al omnibus de Zitarrosa
una mañana de Domingo
aquel que nos llevaba al cerro
Buscaras en la ciudad dormida
el sueño que tuvimos siendo niños
buscaras en la ciudad dormida
el sueño que tuvimos siendo niños
Regaras bien, mi corazón
nuestro jardín y los recuerdos
y cuando pases por el mercado
brindaras a mi salud con medio y medio
y cuando pases por el mercado
brindaras a mi salud con medio y medio
Volvere muy pronto a mi corazón
y sanara el barrio enfermo
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
(Interpretação: Ismael Serrano e Mercedes Sosa)
.
Zamba del emigrante
Tengo que partir, mi corazón
antes que yo, otros se fueron,
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
No llores más mi corazón
que yo no busco el olvido
solo busco futuro y horizonte
el faro que orienta el náufrago perdido
solo busco futuro y horizonte
el faro que orienta el náufrago perdido
Sube al omnibus de Zitarrosa
una mañana de Domingo
aquel que nos llevaba al cerro
Buscaras en la ciudad dormida
el sueño que tuvimos siendo niños
buscaras en la ciudad dormida
el sueño que tuvimos siendo niños
Regaras bien, mi corazón
nuestro jardín y los recuerdos
y cuando pases por el mercado
brindaras a mi salud con medio y medio
y cuando pases por el mercado
brindaras a mi salud con medio y medio
Volvere muy pronto a mi corazón
y sanara el barrio enfermo
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
Todos saben que las aves migratorias
siempre encuentran el camino de regreso
(Interpretação: Ismael Serrano e Mercedes Sosa)
.
segunda-feira, 19 de abril de 2010
A morte de madrugada
..............................................Muerto cayó Federico
...............................................(ANTONIO MACHADO)
UMA CERTA madrugada
Eu por um caminho andava
Não sei bem se estava bêbedo
Ou se tinha a morte n'alma
Não sei também se o caminho
Me perdia ou encaminhava
Só sei que a sede queimava-me
A boca desidratada.
Era uma terra estrangeira
Que me recordava algo
Com sua argila cor de sangue
E seu ar desesperado.
Lembro que havia uma estrela
Morrendo no céu vazio
De uma outra coisa me lembro:
... Un horizonte de perros
Ladra muy lejos del río...
De repente reconheço:
Eram campos de Granada!
Estava em terras de Espanha
Em sua terra ensangüentada
Por que estranha providência
Não sei... não sabia nada...
Só sei da nuvem de pó
Caminhando sobre a estrada
E um duro passo de marcha
Que eu meu sentido avançava.
Como uma mancha de sangue
Abria-se a madrugada
Enquanto a estrela morria
Numa tremura de lágrima
Sobre as colinas vermelhas
Os galhos também choravam
Aumentando a fria angústia
Que de mim transverberava.
Era um grupo de soldados
Que pela estrada marchava
Trazendo fuzis ao ombro
E impiedade na cara
Entre eles andava um moço
De face morena e cálida
Cabelos soltos ao vento
Camisa desabotoada.
Diante de um velho muro
O tenente gritou: Alto!
E à frente conduz o moço
De fisionomia pálida.
Sem ser visto me aproximo
Daquela cena macabra
Ao tempo em que o pelotão
Se punha horizontal.
Súbito um raio de sol
Ao moço ilumina a face
E eu à boca levo as mãos
Para evitar que gritasse.
Era ele, era Federico
O poeta meu muito amado
A um muro de pedra-seca
Colado, como um fantasma.
Chamei-o: Garcia Lorca!
Mas já não ouvia nada
O horror da morte imatura
Sobre a expressão estampada...
Mas que me via, me via
Porque eu seus olhos havia
Uma luz mal-disfarçada.
Com o peito de dor rompido
Me quedei, paralisado
Enquanto os soldados miram
A cabeça delicada.
Assim vi a Federico
Entre dois canos de arma
A fitar-me estranhamente
Como querendo falar-me
Hoje sei que teve medo
Diante do inesperado
E foi maior seu martírio
Do que a tortura da carne.
Hoje sei que teve medo
Mas sei que não foi covarde
Pela curiosa maneira
Com que de longe me olhava
Como quem me diz: a morte
É sempre desagradável
Mas antes morrer ciente
Do que viver enganado.
Atiraram-lhe na cara
Os vendilhões de sua pátria
Nos seus olhos andaluzes
Em sua boca de palavras.
Muerto cayó Federico
Sobre a terra de Granada
La tierra del inocente
No la tierra del culpable.
Nos olhos que tinha abertos
Numa infinita mirada
Em meio a flores de sangue
A expressão se conservava
Como a segredar-me: A morte
É simples, de madrugada...
(Vinícius de Moraes)
...............................................(ANTONIO MACHADO)
UMA CERTA madrugada
Eu por um caminho andava
Não sei bem se estava bêbedo
Ou se tinha a morte n'alma
Não sei também se o caminho
Me perdia ou encaminhava
Só sei que a sede queimava-me
A boca desidratada.
Era uma terra estrangeira
Que me recordava algo
Com sua argila cor de sangue
E seu ar desesperado.
Lembro que havia uma estrela
Morrendo no céu vazio
De uma outra coisa me lembro:
... Un horizonte de perros
Ladra muy lejos del río...
De repente reconheço:
Eram campos de Granada!
Estava em terras de Espanha
Em sua terra ensangüentada
Por que estranha providência
Não sei... não sabia nada...
Só sei da nuvem de pó
Caminhando sobre a estrada
E um duro passo de marcha
Que eu meu sentido avançava.
Como uma mancha de sangue
Abria-se a madrugada
Enquanto a estrela morria
Numa tremura de lágrima
Sobre as colinas vermelhas
Os galhos também choravam
Aumentando a fria angústia
Que de mim transverberava.
Era um grupo de soldados
Que pela estrada marchava
Trazendo fuzis ao ombro
E impiedade na cara
Entre eles andava um moço
De face morena e cálida
Cabelos soltos ao vento
Camisa desabotoada.
Diante de um velho muro
O tenente gritou: Alto!
E à frente conduz o moço
De fisionomia pálida.
Sem ser visto me aproximo
Daquela cena macabra
Ao tempo em que o pelotão
Se punha horizontal.
Súbito um raio de sol
Ao moço ilumina a face
E eu à boca levo as mãos
Para evitar que gritasse.
Era ele, era Federico
O poeta meu muito amado
A um muro de pedra-seca
Colado, como um fantasma.
Chamei-o: Garcia Lorca!
Mas já não ouvia nada
O horror da morte imatura
Sobre a expressão estampada...
Mas que me via, me via
Porque eu seus olhos havia
Uma luz mal-disfarçada.
Com o peito de dor rompido
Me quedei, paralisado
Enquanto os soldados miram
A cabeça delicada.
Assim vi a Federico
Entre dois canos de arma
A fitar-me estranhamente
Como querendo falar-me
Hoje sei que teve medo
Diante do inesperado
E foi maior seu martírio
Do que a tortura da carne.
Hoje sei que teve medo
Mas sei que não foi covarde
Pela curiosa maneira
Com que de longe me olhava
Como quem me diz: a morte
É sempre desagradável
Mas antes morrer ciente
Do que viver enganado.
Atiraram-lhe na cara
Os vendilhões de sua pátria
Nos seus olhos andaluzes
Em sua boca de palavras.
Muerto cayó Federico
Sobre a terra de Granada
La tierra del inocente
No la tierra del culpable.
Nos olhos que tinha abertos
Numa infinita mirada
Em meio a flores de sangue
A expressão se conservava
Como a segredar-me: A morte
É simples, de madrugada...
(Vinícius de Moraes)
sábado, 17 de abril de 2010
Aos que vão nascer
.
1
É verdade, eu vivo em tempos negros.
Palavra inocente é tolice. Uma testa sem rugas
Indica insensibilidade. Aquele que ri
Apenas não recebeu ainda
A terrível notícia.
Que tempos são esses, em que
Falar de árvores é quase um crime
Pois implica silenciar sobre tantas barbaridades?
Aquele que atravessa a rua tranqüilo
Não está mais ao alcance de seus amigos
Necessitados?
Sim, eu ainda ganho meu sustento
Mas acreditem: é puro acaso. Nada do que faço
Me dá direito a comer a fartar.
Por acaso fui poupado. (Se minha sorte acaba, estou perdido.)
As pessoas me dizem: coma e beba! Alegre-se porque tem!
Mas como posso comer e beber, se
Tiro o que como ao que tem fome
E meu copo d'água falta ao que tem sede?
E no entanto eu como e bebo.
Eu bem gostaria de ser sábio.
Nos velhos livros se encontra o que é sabedoria:
Manter-se afastado da luta do mundo e a vida breve
Levar sem medo
E passar sem violência
Pagar o mal com o bem
Não satisfazer os desejos, mas esquecê-los
Isto é sábio.
Nada disso sei fazer:
É verdade, eu vivo em tempos negros.
2
À cidade cheguei em tempo de desordem
Quando reinava a fome.
Entre os homens cheguei em tempo de tumulto
E me revoltei junto com eles.
Assim passou o tempo
Que sobre a terra me foi dado.
A comida comi entre batalhas
Deitei-me para dormir entre os assassinos
Do amor cuidei displicente
E impaciente contemplei a natureza.
Assim passou o tempo
Que sobre a terra me foi dado.
As ruas de meu tempo conduziam ao pântano.
A linguagem denunciou-me ao carrasco.
Eu pouco podia fazer. Mas os que estavam por cima
Estariam melhor sem mim, disso tive esperança.
Assim passou o tempo
Que sobre a terra me foi dado.
As forças eram mínimas. A meta
Estava bem distante.
Era bem visível, embora para mim
Quase inatingível.
Assim passou o tempo
Que nesta terra me foi dado.
3
Vocês, que emergirão do dilúvio
Em que afundamos
Pensem
Quando falarem de nossas fraquezas
Também nos tempos negros
De que escaparam.
Andávamos então, trocando de países como de sandálias
Através das lutas de classes, desesperados
Quando havia só injustiça e nenhuma revolta.
Entretanto sabemos:
Também o ódio à baixeza
Deforma as feições.
Também a ira pela injustiças
Torna a voz rouca. Ah, e nós
Que queríamos preparar o chão para o amor
Não pudemos nós mesmos ser amigos.
Mas vocês, quando chegar o momento
Do homem ser parceiro do homem
Pensem em nós
Com simpatia.
(Bertolt Brecht)
.
1
É verdade, eu vivo em tempos negros.
Palavra inocente é tolice. Uma testa sem rugas
Indica insensibilidade. Aquele que ri
Apenas não recebeu ainda
A terrível notícia.
Que tempos são esses, em que
Falar de árvores é quase um crime
Pois implica silenciar sobre tantas barbaridades?
Aquele que atravessa a rua tranqüilo
Não está mais ao alcance de seus amigos
Necessitados?
Sim, eu ainda ganho meu sustento
Mas acreditem: é puro acaso. Nada do que faço
Me dá direito a comer a fartar.
Por acaso fui poupado. (Se minha sorte acaba, estou perdido.)
As pessoas me dizem: coma e beba! Alegre-se porque tem!
Mas como posso comer e beber, se
Tiro o que como ao que tem fome
E meu copo d'água falta ao que tem sede?
E no entanto eu como e bebo.
Eu bem gostaria de ser sábio.
Nos velhos livros se encontra o que é sabedoria:
Manter-se afastado da luta do mundo e a vida breve
Levar sem medo
E passar sem violência
Pagar o mal com o bem
Não satisfazer os desejos, mas esquecê-los
Isto é sábio.
Nada disso sei fazer:
É verdade, eu vivo em tempos negros.
2
À cidade cheguei em tempo de desordem
Quando reinava a fome.
Entre os homens cheguei em tempo de tumulto
E me revoltei junto com eles.
Assim passou o tempo
Que sobre a terra me foi dado.
A comida comi entre batalhas
Deitei-me para dormir entre os assassinos
Do amor cuidei displicente
E impaciente contemplei a natureza.
Assim passou o tempo
Que sobre a terra me foi dado.
As ruas de meu tempo conduziam ao pântano.
A linguagem denunciou-me ao carrasco.
Eu pouco podia fazer. Mas os que estavam por cima
Estariam melhor sem mim, disso tive esperança.
Assim passou o tempo
Que sobre a terra me foi dado.
As forças eram mínimas. A meta
Estava bem distante.
Era bem visível, embora para mim
Quase inatingível.
Assim passou o tempo
Que nesta terra me foi dado.
3
Vocês, que emergirão do dilúvio
Em que afundamos
Pensem
Quando falarem de nossas fraquezas
Também nos tempos negros
De que escaparam.
Andávamos então, trocando de países como de sandálias
Através das lutas de classes, desesperados
Quando havia só injustiça e nenhuma revolta.
Entretanto sabemos:
Também o ódio à baixeza
Deforma as feições.
Também a ira pela injustiças
Torna a voz rouca. Ah, e nós
Que queríamos preparar o chão para o amor
Não pudemos nós mesmos ser amigos.
Mas vocês, quando chegar o momento
Do homem ser parceiro do homem
Pensem em nós
Com simpatia.
(Bertolt Brecht)
.
quinta-feira, 15 de abril de 2010
16 de abril, 4 da manhã... o bom e velho Walt Whitman
Quando em teu colo deitei a cabeça, meu camarada,
a confissão que fiz eu reafirmo,
o que eu te disse e a céu aberto
eu reafirmo: sei bem que sou inquieto
e deixo os outros também assim,
eu sei que minhas palavras são armas
carregadas de perigo e de morte,
pois eu enfrento a paz e a segurança
e as leis mais enraizadas
para as desenraizar,
e por me haverem todos rejeitado
mais resoluto sou
do que jamais poderia chegar a ser
se todos me aceitassem,
eu não respeito e nunca respeitei
experiência, conveniência,
nem maiorias, nem o ridículo,
e a ameaça do que chamam de inferno
para mim nada é, ou muito pouco,
meu camarada querido: eu confesso
que o incitei a ir em frente comigo
e que ainda o incito sem a mínima idéia
de qual venha a ser o nosso destino
ou se vamos sair vitoriosos
ou totalmente sufocados e vencidos.
(Walt Whitman)
a confissão que fiz eu reafirmo,
o que eu te disse e a céu aberto
eu reafirmo: sei bem que sou inquieto
e deixo os outros também assim,
eu sei que minhas palavras são armas
carregadas de perigo e de morte,
pois eu enfrento a paz e a segurança
e as leis mais enraizadas
para as desenraizar,
e por me haverem todos rejeitado
mais resoluto sou
do que jamais poderia chegar a ser
se todos me aceitassem,
eu não respeito e nunca respeitei
experiência, conveniência,
nem maiorias, nem o ridículo,
e a ameaça do que chamam de inferno
para mim nada é, ou muito pouco,
meu camarada querido: eu confesso
que o incitei a ir em frente comigo
e que ainda o incito sem a mínima idéia
de qual venha a ser o nosso destino
ou se vamos sair vitoriosos
ou totalmente sufocados e vencidos.
(Walt Whitman)
15 de abril... 4 da manhã... Uma tristeza
Uma tristeza
Existe em mim
a qualquer hora
uma tristeza
humilde e calma
Que a vida pode
atenuar,
mas não privá-la
desta graciosa
Fidelidade
que ela me tem,
uma tristeza
que de tão tímida
Não diz seu nome,
permanecendo
enrodilhada
na minh'alma,
Como uma gata
em seu borralho,
uma tristeza
que vem do ser
E que não logro
saber por que
não desanima
de ser tristeza
Mesmo nas horas
de maior júbilo,
quando minha alma
é paz e risos!
Oh! sim, existe
em mim, no fundo,
a nostalgia
de alguma coisa
Que outrora fui
e que depois
deixei de sê-lo,
pois não se explica
Essa tristeza
que não me dói
senão por sua
simples presença,
Por não estar
senão em mim,
por existir
à revelia
De qualquer dor,
de qualquer ódio,
essa tristeza
que é só tristeza,
Que é humilde e calma,
que me contempla
com grandes olhos
fixos e doces...
Será preciso
que um dia a aceite,
pois como pode
um coração
Se recusar
a tal ternura,
tão natural
e tão gratuita?
Eu bem quisera
ser todo alegre,
e não amar
senão o júbilo
Do mar que escarva
a noite imensa,
do Mundo inteiro
em frenesi,
Mas é impossível
ser insensível
a tão solícita
melancolia,
Que é como o odor
do meu espírito
em solidão
inevitável,
E que de pura
fidelidade
chega a sorrir-me
quando estou só!
Existe em mim
a qualquer hora
uma tristeza
que é fidelíssima,
E deve ser
a própria queixa
do ser que pede
libertação.
Existe em mim
algo de tão
puro e essencial
que só me resta
Ser tão humano
que não recuse
sua presença
simples e amarga.
(Armindo Trevisan)
Existe em mim
a qualquer hora
uma tristeza
humilde e calma
Que a vida pode
atenuar,
mas não privá-la
desta graciosa
Fidelidade
que ela me tem,
uma tristeza
que de tão tímida
Não diz seu nome,
permanecendo
enrodilhada
na minh'alma,
Como uma gata
em seu borralho,
uma tristeza
que vem do ser
E que não logro
saber por que
não desanima
de ser tristeza
Mesmo nas horas
de maior júbilo,
quando minha alma
é paz e risos!
Oh! sim, existe
em mim, no fundo,
a nostalgia
de alguma coisa
Que outrora fui
e que depois
deixei de sê-lo,
pois não se explica
Essa tristeza
que não me dói
senão por sua
simples presença,
Por não estar
senão em mim,
por existir
à revelia
De qualquer dor,
de qualquer ódio,
essa tristeza
que é só tristeza,
Que é humilde e calma,
que me contempla
com grandes olhos
fixos e doces...
Será preciso
que um dia a aceite,
pois como pode
um coração
Se recusar
a tal ternura,
tão natural
e tão gratuita?
Eu bem quisera
ser todo alegre,
e não amar
senão o júbilo
Do mar que escarva
a noite imensa,
do Mundo inteiro
em frenesi,
Mas é impossível
ser insensível
a tão solícita
melancolia,
Que é como o odor
do meu espírito
em solidão
inevitável,
E que de pura
fidelidade
chega a sorrir-me
quando estou só!
Existe em mim
a qualquer hora
uma tristeza
que é fidelíssima,
E deve ser
a própria queixa
do ser que pede
libertação.
Existe em mim
algo de tão
puro e essencial
que só me resta
Ser tão humano
que não recuse
sua presença
simples e amarga.
(Armindo Trevisan)
quinta-feira, 1 de abril de 2010
A medida do verdadeiro amor é “Podes insultar o outro” - Entrevista com Slavoj Zizek
.
Muitas pessoas acreditam numa noção de amor afixada a um certo tipo de comportamento que se convencionou chamar de “politicamente correto”. Partindo disso, estabelecem um padrão de valores por meio do qual julgam o seu comportamento e o dos outros, condenando ou aprovando toda conduta que se distancie ou aproxime de tal noção.
Mas e se o amor autêntico não tiver nada que ver com o politicamente correto? E se o afeto verdadeiro for uma coisa mais próxima de algo que desestabilize, que promova um certo choque, que apavore mesmo, que quebre com um determinado tipo de estrutura de sensibilidade, que rompa a etiqueta? Por exemplo: um insulto, uma brincadeira grosseira, uma piada suja e cabeluda. Será possível isto, o verdadeiro amor se constituir em algo de certa forma violento? “Se há verdadeiro amor, pode-se dizer coisas horríveis, e tudo continua bem”, diz o filósofo esloveno Slavoj Zizek.
Mais uma postagem para divulgar a obra deste pensador que é considerado um dos mais importantes teóricos marxistas da cultura, da subjetividade e da política em nossos dias. Na entrevista, Zizek aborda temas como virtualização e digitalização da vida, subjetividade contemporânea, pós-política, terrorismo, multiculturalismo, tolerância, racismo e, é claro, o “politicamente correto” e o amor.
.......
A medida do amor verdadeiro é: "Podes insultar o outro" - Entrevista com Slavoj Zizek
Pergunta: O 11 de setembro lançou nova luz acerca do seu diagnóstico sobre o que está ocorrendo no mundo?
Slavoj Zizek: Uma das frases que ouvimos repetir-se sem parar nas últimas semanas é a de que nada voltará a ser igual depois do 11 de setembro. Me pergunto se há de fato uma mudança tão substancial. Há, por certo, mudança no nível de percepção ou publicidade, mas não acredito que possamos falar de uma ruptura fundamental. Se confirmaram atitudes e medos pré-existentes, e agora ocorreu realmente o que a mídia nos dizia sobre o terrorismo.
Em minha obra, coloco uma forte ênfase no que habitualmente se chama virtualização ou digitalização do nosso meio ambiente. Sabemos que 60% da população do planeta nunca fez sequer uma única chamada telefônica na vida, mas há cerca de 30% de nós que vive num universo digitalizado, construído e manipulado artificialmente, que se distingue de modo crescente dos meios naturais ou tradicionais. É como se em todos os níveis vivêssemos cada vez mais uma vida desprovida de substância. Se consome cerveja sem álcool, carne sem gordura, café sem cafeína, e, efetivamente, sexo virtual... sem sexo.
A realidade virtual, para mim, representa o clímax deste processo: há agora realidade sem realidade. Ou uma realidade absolutamente regulada. Mas há uma faceta a mais. Ao longo de todo o século XX, vejo uma tendência em sentido contrário àquilo para o qual meu bom amigo, o filósofo Alain Badiou, inventou um nome muito preciso: “la passion du réel”, a paixão do real. Isto é, dado precisamente que o universo em que vivemos é um universo de convenções mortas e artificiais, a única experiência autêntica deve ser algo extremamente violento, uma experiência destroçadora. E a sentimos, então, de alguma maneira, como uma volta à vida real.
P: Seria isso o que estamos vendo agora?
SZ: Creio que pode ser isso o que tenha definido o século XX, um século que começou na verdade com a Primeira Guerra Mundial. Todos recordamos os escritos de Ernst Jünger, onde se exalta a experiência do combate frente a frente, e se lhe define como a mais autêntica. Ou, no nível do sexo, o filme arquetípico do século XX seria O império dos sentidos, de Nagisa Oshima, onde a idéia é de que não se é verdadeiramente radical se não se vai até o fim em um encontro sexual, se não se tortura um ao outro até que se chegue quase que praticamente à morte. Deve haver extrema violência para que o encontro seja autêntico.
Outra figura emblemática nesse sentido seria o assim chamado “cutter”, um fenômeno patológico muito difundido nos Estados Unidos. Deve haver em torno de dois milhões de pessoas – em sua maioria mulheres, mas também homens – que se cortam com navalhas. Por quê? Não tem nada que ver com masoquismo ou impulsos suicidas. É simplesmente porque não se sentem pessoas reais, de modo que a idéia básica é a de que somente através da dor, e quando se sente a tibieza do sangue, é que é possível voltar a conectar-se. Me parece que esta tensão é o pano de fundo contra o qual se pode apreciar o efeito daquele ato que falamos.
P: Isso tem relação com as suas observações sobre a morte da subjetividade, feitas em The Ticklish Subject: The Absent Centre of Political Ontology? Ali se afirma que o problema é aquilo que você chama de “forclusão”: a articulação do sujeito é forcluída pela evolução da sociedade nos últimos anos.
SZ: O ponto de partida de meu livro sobre o sujeito é que, mesmo que se encontrem em nítida oposição umas em relação às outras, quase todas as orientações filosóficas atuais concordam em um tipo de posição anti-subjetivista básica. Por exemplo, Jürgen Habermas e Jacques Derrida estariam ambos de acordo a respeito do fato de que o sujeito cartesiano deve ser desconstruído, ou, no caso de Habermas, introduzido em uma dialética subjetiva mais ampla. Cognitivistas, hegelianos... todos concordam nisto.
Sinto-me tentado a dizer que devemos retornar ao sujeito, ainda que não a um sujeito puramente racional à maneira cartesiana. Minha idéia é de que o sujeito é inerentemente político, no sentido em que “sujeito”, para mim, denota uma partícula de liberdade, que já não se enraíza por certo em alguma substância firme, e sim que se encontra em uma situação aberta. Não é possível, hoje em dia, seguir aplicando simplesmente as velhas regras. Enfrentamos paradoxos que não nos oferecem saídas imediatas. Neste sentido, a subjetividade é política.
P: Mas este tipo de subjetividade política parece ter desaparecido. Em seus livros você fala de um mundo pós-político.
SZ: Quando digo que vivemos em um mundo pós-político, me refiro a uma impressão ideológica errônea. Na realidade, não vivemos em um mundo assim, mas o universo existente se apresenta como pós-político no sentido de que há um tipo de pacto social básico, segundo o qual já não se percebe as decisões elementares como decisões políticas, e não se as discute como tais. Se converteram em simples decisões de gesto e de administração. E os conflitos restantes são em sua maioria conflitos entre diferentes culturas. Temos a forma presente de capitalismo global, mais algum tipo de democracia tolerante como o último expoente dessa idéia. E, paradoxalmente, apenas muito poucas pessoas estão preparadas para questionar este mundo.
P: O que há de ruim nisso?
SZ: Este mundo pós-político parece conservar todavia a tensão entre o que usualmente chamamos liberalismo tolerante e multiculturalismo. Para mim – e isto apesar de que nunca gostei de Nietzsche – a velha oposição nietzscheana entre niilismo ativo e passivo é a definição que mais se adapta a este estado de coisas. Niilismo ativo, no sentido de não querer nada por si mesmo, é a auto-destruição ativa, que seria precisamente a paixão pelo real, a idéia de que, para viver completa e autenticamente, a pessoa deve se comprometer com a auto-destruição. Por outro lado, está o niilismo passivo, o que Nietzsche chama de “o último homem”, que vive uma vida estúpida e autocomplacente, sem grandes paixões.
O problema com um universo pós-político é que temos estes dois aspectos confrontados em um tipo de dialética mortal. Me parece que para romper o círculo vicioso é preciso reinventar a subjetividade.
P: Você afirma também que as elites em nosso mundo ocidental estão perdendo os estribos, que querem abandonar velhos conceitos como humanismo ou subjetividade. Contra isso, você defende que é importante levar em consideração tudo aquilo que há de antigo e que pode ser conservado.
SZ: Evidentemente, não sou contra aquilo que é novo. De fato, me sinto quase que tentado a repetir o que dizia Virgínia Woolf. Creio que foi em 1914 que ela afirmou que era como se a eterna natureza humana havia se transformado. Ser humano não significa mais a mesma coisa. Não deveríamos, por exemplo, subestimar o impacto social intersubjetivo do ciberespaço. O que estamos presenciando hoje é uma redefinição radical do que significa o conceito de ser humano.
Na internet, por exemplo, ocorrem fenômenos estranhos. Há sites chamados “cam” onde a pessoa expõe seus segredos mais íntimos, no sentido mais vulgar, a um público anônimo. Existem sites onde – inclusive eu, com meus gostos decadentes, sofri um choque ao me inteirar disto – a pessoa põe uma câmera de vídeo no banheiro, de modo que se possa vê-la defecar. É uma situação totalmente nova. Não é privado e tampouco é público. Não é o velho gesto exibicionista.
De qualquer forma, está acontecendo algo radical, e há uma certa quantidade de novos termos propostos para descrever essa novidade. O mais comumente usado é “mudança de paradigma”, querendo significar que vivemos em uma época de paradigmas mutantes. Assim, os cultores da New Age nos dizem que não temos mais um individualismo cartesiano, mecanicista, senão uma nova mente universal. Em sociologia, os teóricos da segunda modernidade dizem coisas similares. E os teóricos da psicanálise dizem que o complexo de Édipo já não vigora mais, e sim que estamos numa era de perversão generalizada.
Não penso que devamos nos aferrar àquilo que é velho, mas estas respostas são errôneas e não registram verdadeiramente a quebra que está se estabelecendo. Se julgamos o que está ocorrendo hoje segundo alguns padrões mais antigos, podemos perceber o abismo do novo que emerge.
Aqui gostaria de referir-me a Pascal, cujo problema também era a confrontação com a modernidade e a ciência moderna. Sua dificuldade era que ele queria seguir sendo um cristão velho e ortodoxo nesta nova era, moderna. É interessante que seus resultados sejam muito mais radicais e interessantes para nós, hoje, que os resultados dos superficiais filósofos liberais ingleses, que se limitavam simplesmente a aceitar a modernidade.
Percebe-se o mesmo na história do cinema, se analisarmos a época em que nele aparece o som. Bem, se poderia dizer: “Qual é o problema? Adicionando o som à imagem simplesmente atingimos uma forma de reprodução mais realista acerca da realidade.” Mas isso não é de modo algum correto. É interessante notar que os diretores que foram mais sensíveis ao que a introdução do som representava realmente foram, geralmente, os conservadores, os que o olhavam com ceticismo: Charlie Chaplin (até certo ponto) e Fritz Lang. O testamento do Dr. Mabuse, de Lang, apresentava de modo maravilhoso esta dimensão espectral, fantasmal, da voz, mostrando que a voz não é uma simples qualidade secundária de um corpo. O que não é mais que outro exemplo de como um conservador, como se estivesse temeroso do novo meio, possui uma compreensão muito mais profunda de seu inquietante potencial de radicalidade.
O mesmo se aplica hoje. Há pessoas que dizem: “Qual é o problema? Mergulhamos no mundo digital, na internet, ou no que quer que seja.” Não percebem realmente o que está ocorrendo.
P: Por que então as pessoas declaram o início de uma nova era a cada cinco minutos?
SZ: Precisamente, se trata de um desejo desesperado de evitar o trauma gerado pelo novo. Um profundo gesto conservador. Os verdadeiros conservadores de hoje são os seguidores dos novos paradigmas. Tratam assim de, desesperadamente, evitar o enfrentamento com aquilo que realmente pode mudar.
Deixem-me voltar ao meu exemplo. Em O grande ditador, de Chaplin, Hitler é satirizado por meio do personagem Hinkel. A voz é percebida como algo obsceno. Há uma cena maravilhosa na qual Hinkel profere um grande discurso composto somente por palavras obscenas, sem sentido. Somente de vez em quando reconhecemos alguma palavra vulgar alemã como “Wienerschnitzel” ou “Kartoffelstrudel”. Se tratava de uma genial intuição: de como a voz é um tipo de fantasma espectral. Isto se revelou aos conservadores, que eram sensíveis à ruptura do novo.
De fato, todas as grandes rupturas ocorreram dessa maneira. Nietzsche era, neste sentido, um conservador, e creio poder dizer que também Marx o era. Marx sempre sublinhava que podemos aprender mais com os conservadores inteligentes do que com os simples liberais. Hoje, mais do que nunca, devemos manter-nos nesta atitude. Quando algo surpreende, choca, não se pode simplesmente aceitá-lo. Não se deve dizer meramente: “Tudo bem, joguemos os jogos digitais.” Não deveríamos nos esquecer de nossa capacidade real de sermos surpreendidos. Creio que o perigo maior de nosso tempo é a atitude de meramente deixar-se levar.
P: Voltemos a algumas das coisas que nos surpreenderam ultimamente. Num artigo recente, você postula a idéia de que os terroristas são um espelho de nossa civilização. Não estão à parte, e sim refletem nosso mundo ocidental. Poderia explicar-nos um pouco mais?
SZ: Se trata, evidentemente, de minha resposta à tese popular de Samuel P. Huntington e outros, que falam de algo como um “choque de civilizações”. Não compartilho essa tese, e isto por uma série de razões.
O racismo atual é precisamente este racismo da diferença cultural. Já não se diz: “Sou mais do que você.” Diz-se: “Eu fico com a minha cultura, você pode ficar com a sua.” Hoje, todos os direitistas dizem isto. De fato, podem ser muito pós-modernos. Reconhecem que não há uma tradição natural, que toda cultura é uma criação artificial. Na França, por exemplo, temos a direita neo-fascista, que se refere aos desconstrucionistas dizendo: “Bem, a lição do desconstrucionismo contra o universalismo é a de que só existem identidades particulares. Assim, se os negros podem ter a sua cultura, por que não poderíamos ter a nossa?”
Deveríamos também considerar a primeira reação da “maioria moral” norte-americana, especialmente Jerry Falwell e Pat Robertson, diante dos ataques de 11 de setembro. Pat Robertson é algo excêntrico, mas Jerry Falwell é uma figura popular, que apoiou Reagan e é parte do mainstream, não um tipo raro, portanto. Pois bem, sua reação foi a mesma que a dos árabes, ainda que tenha se retratado alguns dias depois. Falwell disse que o ataque ao World Trade Center era um sinal de Deus, que já não protegia mais aos Estados Unidos porque os Estados Unidos haviam escolhido um caminho de maldade, homossexualidade e promiscuidade.
De acordo com o FBI, há atualmente pelo menos dois milhões de direitistas da assim chamada “ala radical” nos Estados Unidos. Alguns são muito violentos, matam médicos que fazem abortos, para não mencionar o atentado de Oklahoma. Isto, para mim, mostra que a mesma atitude violenta, anti-liberal, floresce em nossa própria civilização. Vejo isto como uma prova de que o terrorismo é um aspecto de nosso tempo: não podemos ligá-lo com uma civilização particular.
E a respeito do Islã, deveríamos ler história. De fato, me parece que é muito interessante observarmos o caso da antiga Iugoslávia. Porque Sarajevo e a Bósnia foram o centro de um violento conflito? Porque era a república etnicamente mais heterogênea da ex-Iugoslávia. Por quê? Porque foi dominada mais tempo pelos muçulmanos, e estes foram historicamente mais tolerantes, sem nenhuma dúvida. Nós, os eslovenos, e também os croatas, ambos católicos, os expulsamos há vários séculos.
Isto prova que não há nada inerentemente intolerante no Islã. Devemos nos questionar então por que este aspecto terrorista do Islã surge precisamente hoje. A tensão entre tolerância e violência fundamentalista se encontra no interior de uma civilização.
Outro exemplo: na rede CNN vimos o presidente Bush lendo uma carta de uma menina de sete anos, filha de um piloto que agora voa sobre o Afeganistão. Na carta diz que ela ama a seu pai, mas se seu país necessita que ele morra, ela está disposta a perdê-lo. O presidente Bush descreveu isto como patriotismo norte-americano. Agora, façamos um simples exercício mental: imaginemos uma menina afegã dizendo isso. Diríamos de imediato: “Que cinismo! Que fundamentalismo! Que manipulação infantil!” De modo que já há algo em nossa percepção. Mas o que nos ofende vindo dos outros, também nós o fazemos de certa maneira.
P: Multiculturalismo e fundamentalismo podem então ser as duas faces da mesma moeda?
SZ: Não tenho nada contra a tolerância. Mas quando se “compra” esta tolerância multiculturalista, outras coisas vêm junto com ela. Não é sintomático que o multiculturalismo ecloda precisamente no mesmo momento histórico em que desaparecem do espaço político os últimos rastros da classe proletária? Para muitos antigos esquerdistas, este multiculturalismo é uma espécie de sucedâneo da política proletária. Dizem que nem sequer sabemos se existe ainda a classe trabalhadora, para não falar da exploração de uns pelos outros.
Quiçá não tenha nada de errado nesse tipo de tolerância. Mas há o perigo de que aspectos da exploração econômica se convertam em problemas de tolerância cultural. E aí só se precisa de mais um passo, o que dá Julia Kristeva, em seu ensaio Etrangers à nous mêmes, ao dizer que não podemos tolerar aos outros porque não podemos tolerar a alteridade que existe dentro de nós mesmos. Isso é o que eu chamo de um crasso reducionismo cultural pseudo-psicanalítico.
Não é triste e trágico que o o único movimento político relativamente forte, não marginal, que dialoga efetivamente com a classe trabalhadora, esteja constituído por populistas de direita? São os únicos. Jean-Marie Le Pen, na França, por exemplo. Me constrangeu vê-lo há três anos num congresso do Fort National. Fez subir ao palanque um negro francês, um argelino e um judeu. Abraçou-os e disse: “Não são menos franceses que eu. Meu único inimigo são as empresas internacionais cosmopolitas que negligenciam os interesses da França.” Este é o preço que pagamos: somente a direita fala sobre a exploração econômica.
A outra coisa que me parece ruim na tolerância multiculturalista é a sua habitual hipocrisia, no sentido de que o outro que se tolera já é um outro reduzido. O outro está bem sempre quando se trate somente de uma questão de alimento, cultura, danças. E a extirpação do clitóris? Tenho amigos que dizem: “Devemos respeitar aos indígenas?” Perfeito. Mas que atitude tomar diante do antigo costume segundo o qual, quando um homem morre, sua mulher deve ser queimada junto com ele? Respeitamos isso? Aqui temos um problema.
E um problema ainda mais importante é que a dita noção de tolerância mascara efetivamente o seu oposto, a intolerância. É um tema recorrente em meus livros o fato de que, do ponto de vista liberal, a percepção básica de outro ser humano é sempre como a de algo que pode, de algum modo, prejudicar-nos.
P: Você se refere ao que chamamos de cultura da vítima?
SZ: O discurso da vitimização hoje é quase que o discurso dominante. Se pode ser vítima do meio ambiente, do cigarro, do assédio sexual. Encontro algo triste nessa redução do sujeito à vítima: funciona aqui uma noção extremamente narcisista da personalidade, e que é, de fato, intolerante, na medida em que implica que já não podemos tolerar encontros violentos com outros... e esses encontros são sempre violentos.
Detenhamos-nos por um instante na questão do assédio sexual. Me oponho a ele, é claro, mas sejamos francos. Imaginemos que sofro um impulso passional, que me apaixono por outro ser humano e declaro meu amor, minha paixão, por ele ou ela. Sempre há nisto algo de perturbador, violento. Isto pode até parecer uma piada, mas não é: não se pode realizar um jogo de sedução erótica de modo politicamente correto. Há um momento de violência quando se diz: “Te desejo, te amo”. De nenhuma maneira é possível eliminar completamente este aspecto violento. Creio que o temor ao assédio sexual inclui este aspecto, o temor de um encontro demasiado aberto, demasiado violento, com outro ser humano.
Outra coisa que me aborrece no multiculturalismo é quando me perguntam: “Como pode estar tão seguro de não ser racista?” Minha resposta é que existe apenas uma maneira de o saber: quando se pode trocar insultos, brincadeiras grosseiras, piadas sujas, com um membro de uma cultura diferente, e ambos sabemos que não há por trás disso uma intenção racista. Se, ao contrário, fazemos o jogo politicamente correto, “Oh, como te respeito, que interessante são os teus costumes...”, é racismo invertido, e é repugnante.
O exército iugoslavo era uma mescla de nacionalidades. Como fazíamos amizade com os albaneses, por exemplo? Quando começávamos a intercambiar obscenidades, insinuações sexuais, piadas. Esta é a razão pela qual o respeito politicamente correto não é mais que – para usar as palavras de Freud - “zielgehemmt” [“de meta inibida” ou “desviada do seu fim”]
Acredito que há uma pedra de toque do verdadeiro amor: se pode insultar ao outro. Como nessa horrível comédia alemã, um filme de 1943, em que Marika Röck trata seu prometido de um modo brutal. Seu noivo é uma pessoa rica e importante. O pai de Marika pergunta a ela porque o trata assim: Ela responde: “É porque o amo. Posso fazer com ele o que quiser.” Assim são as coisas. Se há verdadeiro amor, pode-se dizer coisas horríveis, e tudo continua bem.
Quando o multiculturalismo nos pede respeito pelos outros, não posso deixar de pensar que isto se aproxima perigosamente do modo com que tratamos os nossos filhos: a idéia de que deveríamos respeitá-los, ainda quando saibamos que aquilo em que acreditam não é certo. “Não deveríamos destruir suas ilusões.” Não, creio que os outros não merecem que os tratemos como crianças.
P: Em seu livro sobre o sujeito, você fala de um “verdadeiro universalismo”, que se oporia a este falso sentido de harmonia social. O que queria dizer com isso?
SZ: Aqui devo refletir acerca de uma uma simples pergunta habermasiana: como podemos fundar a universalidade em nossa experiência? Naturalmente, não aceito este jogo pós-moderno segundo o qual todos vivemos em um tipo de universo particular só nosso. Acredito que há uma universalidade. Mas não uma universalidade a priori de regras fundamentais ou noções universais. A única verdadeira universalidade a que temos acesso é a universalidade política, que não equivale a certo sentido idealista abstrato, senão a uma solidariedade na luta.
Se estamos comprometidos na mesma luta, se descobrimos que – e este é, para mim, o autêntico momento da solidariedade – feministas e ecologistas, ou feministas e proletários, se todos temos de repente esta mesma revelação: “Oh Deus, sim! Nossa luta era em última instância a mesma!”, esta universalidade política seria a única autêntica universalidade. E isto, é claro, é o que falta hoje, porque hoje a política não é mais que uma negociação de compromissos entre diferentes posições.
P: O pós-político subverte essa liberdade de que se vem falando tanto nas últimas semanas? É isto o que você quer dizer?
SZ: O que afirmo é que o que hoje nos vendem como liberdade é algo que está esvaziado justamente de sua mais radical dimensão de liberdade e democracia. Em outras palavras, a crença de que as decisões básicas a respeito das questões sociais se discutem ou são resolvidas envolvendo a maior quantidade possível de pessoas, uma maioria. Neste sentido, não temos hoje uma experiência real de liberdade. Nossas liberdades se reduzem crescentemente à liberdade de escolher nosso estilo de vida. Até certo ponto se pode escolher inclusive a identidade étnica.
Mas este novo mundo de liberdade descrito por pessoas como Ulrich Beck, que diz que tudo é assunto de negociação reflexiva, de escolha, pode incluir uma nova não-liberdade. Meu exemplo favorito é este (e aqui temos ideologia em estado quimicamente puro): sabemos que hoje é muito difícil, em cada vez mais profissões, conseguir estabilidade no trabalho. Acadêmicos ou jornalistas, por exemplo, assinam contratos de dois ou três anos, que a seguir devem renegociar. Evidentemente, a maioria de nós sente isto como algo traumático, perturbador, com o qual nunca se pode estar seguro. Mas então vem o ideólogo pós-moderno e diz: “Bem, mas esta é a tua nova liberdade... Tu podes te reinventar a cada dois anos!”
O problema, para mim, é o modo com o qual se oculta a falta de liberdade, a maneira como a liberdade é mascarada precisamente por meio daquilo que nos apresentam como novas liberdades. Me parece que a explosão dessas novas liberdades, que caem no domínio do que Michel Foucault chamou de “cuidado de si”, implica maior falta de liberdade social.
Vinte ou trinta anos atrás, ao contrário, havia a discussão sobre se o futuro seria fascista, socialista, comunista ou capitalista. Hoje ninguém se preocupa em discutir isso. Estas escolhas sociais fundamentais já não são percebidas como matéria de decisão. Um certo domínio de questões radicalmente sociais foi simplesmente despolitizado.
Eu acho muito triste que, precisamente numa época em que se desenvolvem mudanças enormes, em que se transformam profundamente as coordenadas sociais, não sintamos que tudo isto seja algo sobre o qual podemos decidir livremente.
Fonte: http://www.palalbedrio.com.ar/externos/zizek2.htm
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Muitas pessoas acreditam numa noção de amor afixada a um certo tipo de comportamento que se convencionou chamar de “politicamente correto”. Partindo disso, estabelecem um padrão de valores por meio do qual julgam o seu comportamento e o dos outros, condenando ou aprovando toda conduta que se distancie ou aproxime de tal noção.
Mas e se o amor autêntico não tiver nada que ver com o politicamente correto? E se o afeto verdadeiro for uma coisa mais próxima de algo que desestabilize, que promova um certo choque, que apavore mesmo, que quebre com um determinado tipo de estrutura de sensibilidade, que rompa a etiqueta? Por exemplo: um insulto, uma brincadeira grosseira, uma piada suja e cabeluda. Será possível isto, o verdadeiro amor se constituir em algo de certa forma violento? “Se há verdadeiro amor, pode-se dizer coisas horríveis, e tudo continua bem”, diz o filósofo esloveno Slavoj Zizek.
Mais uma postagem para divulgar a obra deste pensador que é considerado um dos mais importantes teóricos marxistas da cultura, da subjetividade e da política em nossos dias. Na entrevista, Zizek aborda temas como virtualização e digitalização da vida, subjetividade contemporânea, pós-política, terrorismo, multiculturalismo, tolerância, racismo e, é claro, o “politicamente correto” e o amor.
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A medida do amor verdadeiro é: "Podes insultar o outro" - Entrevista com Slavoj Zizek
Pergunta: O 11 de setembro lançou nova luz acerca do seu diagnóstico sobre o que está ocorrendo no mundo?
Slavoj Zizek: Uma das frases que ouvimos repetir-se sem parar nas últimas semanas é a de que nada voltará a ser igual depois do 11 de setembro. Me pergunto se há de fato uma mudança tão substancial. Há, por certo, mudança no nível de percepção ou publicidade, mas não acredito que possamos falar de uma ruptura fundamental. Se confirmaram atitudes e medos pré-existentes, e agora ocorreu realmente o que a mídia nos dizia sobre o terrorismo.
Em minha obra, coloco uma forte ênfase no que habitualmente se chama virtualização ou digitalização do nosso meio ambiente. Sabemos que 60% da população do planeta nunca fez sequer uma única chamada telefônica na vida, mas há cerca de 30% de nós que vive num universo digitalizado, construído e manipulado artificialmente, que se distingue de modo crescente dos meios naturais ou tradicionais. É como se em todos os níveis vivêssemos cada vez mais uma vida desprovida de substância. Se consome cerveja sem álcool, carne sem gordura, café sem cafeína, e, efetivamente, sexo virtual... sem sexo.
A realidade virtual, para mim, representa o clímax deste processo: há agora realidade sem realidade. Ou uma realidade absolutamente regulada. Mas há uma faceta a mais. Ao longo de todo o século XX, vejo uma tendência em sentido contrário àquilo para o qual meu bom amigo, o filósofo Alain Badiou, inventou um nome muito preciso: “la passion du réel”, a paixão do real. Isto é, dado precisamente que o universo em que vivemos é um universo de convenções mortas e artificiais, a única experiência autêntica deve ser algo extremamente violento, uma experiência destroçadora. E a sentimos, então, de alguma maneira, como uma volta à vida real.
P: Seria isso o que estamos vendo agora?
SZ: Creio que pode ser isso o que tenha definido o século XX, um século que começou na verdade com a Primeira Guerra Mundial. Todos recordamos os escritos de Ernst Jünger, onde se exalta a experiência do combate frente a frente, e se lhe define como a mais autêntica. Ou, no nível do sexo, o filme arquetípico do século XX seria O império dos sentidos, de Nagisa Oshima, onde a idéia é de que não se é verdadeiramente radical se não se vai até o fim em um encontro sexual, se não se tortura um ao outro até que se chegue quase que praticamente à morte. Deve haver extrema violência para que o encontro seja autêntico.
Outra figura emblemática nesse sentido seria o assim chamado “cutter”, um fenômeno patológico muito difundido nos Estados Unidos. Deve haver em torno de dois milhões de pessoas – em sua maioria mulheres, mas também homens – que se cortam com navalhas. Por quê? Não tem nada que ver com masoquismo ou impulsos suicidas. É simplesmente porque não se sentem pessoas reais, de modo que a idéia básica é a de que somente através da dor, e quando se sente a tibieza do sangue, é que é possível voltar a conectar-se. Me parece que esta tensão é o pano de fundo contra o qual se pode apreciar o efeito daquele ato que falamos.
P: Isso tem relação com as suas observações sobre a morte da subjetividade, feitas em The Ticklish Subject: The Absent Centre of Political Ontology? Ali se afirma que o problema é aquilo que você chama de “forclusão”: a articulação do sujeito é forcluída pela evolução da sociedade nos últimos anos.
SZ: O ponto de partida de meu livro sobre o sujeito é que, mesmo que se encontrem em nítida oposição umas em relação às outras, quase todas as orientações filosóficas atuais concordam em um tipo de posição anti-subjetivista básica. Por exemplo, Jürgen Habermas e Jacques Derrida estariam ambos de acordo a respeito do fato de que o sujeito cartesiano deve ser desconstruído, ou, no caso de Habermas, introduzido em uma dialética subjetiva mais ampla. Cognitivistas, hegelianos... todos concordam nisto.
Sinto-me tentado a dizer que devemos retornar ao sujeito, ainda que não a um sujeito puramente racional à maneira cartesiana. Minha idéia é de que o sujeito é inerentemente político, no sentido em que “sujeito”, para mim, denota uma partícula de liberdade, que já não se enraíza por certo em alguma substância firme, e sim que se encontra em uma situação aberta. Não é possível, hoje em dia, seguir aplicando simplesmente as velhas regras. Enfrentamos paradoxos que não nos oferecem saídas imediatas. Neste sentido, a subjetividade é política.
P: Mas este tipo de subjetividade política parece ter desaparecido. Em seus livros você fala de um mundo pós-político.
SZ: Quando digo que vivemos em um mundo pós-político, me refiro a uma impressão ideológica errônea. Na realidade, não vivemos em um mundo assim, mas o universo existente se apresenta como pós-político no sentido de que há um tipo de pacto social básico, segundo o qual já não se percebe as decisões elementares como decisões políticas, e não se as discute como tais. Se converteram em simples decisões de gesto e de administração. E os conflitos restantes são em sua maioria conflitos entre diferentes culturas. Temos a forma presente de capitalismo global, mais algum tipo de democracia tolerante como o último expoente dessa idéia. E, paradoxalmente, apenas muito poucas pessoas estão preparadas para questionar este mundo.
P: O que há de ruim nisso?
SZ: Este mundo pós-político parece conservar todavia a tensão entre o que usualmente chamamos liberalismo tolerante e multiculturalismo. Para mim – e isto apesar de que nunca gostei de Nietzsche – a velha oposição nietzscheana entre niilismo ativo e passivo é a definição que mais se adapta a este estado de coisas. Niilismo ativo, no sentido de não querer nada por si mesmo, é a auto-destruição ativa, que seria precisamente a paixão pelo real, a idéia de que, para viver completa e autenticamente, a pessoa deve se comprometer com a auto-destruição. Por outro lado, está o niilismo passivo, o que Nietzsche chama de “o último homem”, que vive uma vida estúpida e autocomplacente, sem grandes paixões.
O problema com um universo pós-político é que temos estes dois aspectos confrontados em um tipo de dialética mortal. Me parece que para romper o círculo vicioso é preciso reinventar a subjetividade.
P: Você afirma também que as elites em nosso mundo ocidental estão perdendo os estribos, que querem abandonar velhos conceitos como humanismo ou subjetividade. Contra isso, você defende que é importante levar em consideração tudo aquilo que há de antigo e que pode ser conservado.
SZ: Evidentemente, não sou contra aquilo que é novo. De fato, me sinto quase que tentado a repetir o que dizia Virgínia Woolf. Creio que foi em 1914 que ela afirmou que era como se a eterna natureza humana havia se transformado. Ser humano não significa mais a mesma coisa. Não deveríamos, por exemplo, subestimar o impacto social intersubjetivo do ciberespaço. O que estamos presenciando hoje é uma redefinição radical do que significa o conceito de ser humano.
Na internet, por exemplo, ocorrem fenômenos estranhos. Há sites chamados “cam” onde a pessoa expõe seus segredos mais íntimos, no sentido mais vulgar, a um público anônimo. Existem sites onde – inclusive eu, com meus gostos decadentes, sofri um choque ao me inteirar disto – a pessoa põe uma câmera de vídeo no banheiro, de modo que se possa vê-la defecar. É uma situação totalmente nova. Não é privado e tampouco é público. Não é o velho gesto exibicionista.
De qualquer forma, está acontecendo algo radical, e há uma certa quantidade de novos termos propostos para descrever essa novidade. O mais comumente usado é “mudança de paradigma”, querendo significar que vivemos em uma época de paradigmas mutantes. Assim, os cultores da New Age nos dizem que não temos mais um individualismo cartesiano, mecanicista, senão uma nova mente universal. Em sociologia, os teóricos da segunda modernidade dizem coisas similares. E os teóricos da psicanálise dizem que o complexo de Édipo já não vigora mais, e sim que estamos numa era de perversão generalizada.
Não penso que devamos nos aferrar àquilo que é velho, mas estas respostas são errôneas e não registram verdadeiramente a quebra que está se estabelecendo. Se julgamos o que está ocorrendo hoje segundo alguns padrões mais antigos, podemos perceber o abismo do novo que emerge.
Aqui gostaria de referir-me a Pascal, cujo problema também era a confrontação com a modernidade e a ciência moderna. Sua dificuldade era que ele queria seguir sendo um cristão velho e ortodoxo nesta nova era, moderna. É interessante que seus resultados sejam muito mais radicais e interessantes para nós, hoje, que os resultados dos superficiais filósofos liberais ingleses, que se limitavam simplesmente a aceitar a modernidade.
Percebe-se o mesmo na história do cinema, se analisarmos a época em que nele aparece o som. Bem, se poderia dizer: “Qual é o problema? Adicionando o som à imagem simplesmente atingimos uma forma de reprodução mais realista acerca da realidade.” Mas isso não é de modo algum correto. É interessante notar que os diretores que foram mais sensíveis ao que a introdução do som representava realmente foram, geralmente, os conservadores, os que o olhavam com ceticismo: Charlie Chaplin (até certo ponto) e Fritz Lang. O testamento do Dr. Mabuse, de Lang, apresentava de modo maravilhoso esta dimensão espectral, fantasmal, da voz, mostrando que a voz não é uma simples qualidade secundária de um corpo. O que não é mais que outro exemplo de como um conservador, como se estivesse temeroso do novo meio, possui uma compreensão muito mais profunda de seu inquietante potencial de radicalidade.
O mesmo se aplica hoje. Há pessoas que dizem: “Qual é o problema? Mergulhamos no mundo digital, na internet, ou no que quer que seja.” Não percebem realmente o que está ocorrendo.
P: Por que então as pessoas declaram o início de uma nova era a cada cinco minutos?
SZ: Precisamente, se trata de um desejo desesperado de evitar o trauma gerado pelo novo. Um profundo gesto conservador. Os verdadeiros conservadores de hoje são os seguidores dos novos paradigmas. Tratam assim de, desesperadamente, evitar o enfrentamento com aquilo que realmente pode mudar.
Deixem-me voltar ao meu exemplo. Em O grande ditador, de Chaplin, Hitler é satirizado por meio do personagem Hinkel. A voz é percebida como algo obsceno. Há uma cena maravilhosa na qual Hinkel profere um grande discurso composto somente por palavras obscenas, sem sentido. Somente de vez em quando reconhecemos alguma palavra vulgar alemã como “Wienerschnitzel” ou “Kartoffelstrudel”. Se tratava de uma genial intuição: de como a voz é um tipo de fantasma espectral. Isto se revelou aos conservadores, que eram sensíveis à ruptura do novo.
De fato, todas as grandes rupturas ocorreram dessa maneira. Nietzsche era, neste sentido, um conservador, e creio poder dizer que também Marx o era. Marx sempre sublinhava que podemos aprender mais com os conservadores inteligentes do que com os simples liberais. Hoje, mais do que nunca, devemos manter-nos nesta atitude. Quando algo surpreende, choca, não se pode simplesmente aceitá-lo. Não se deve dizer meramente: “Tudo bem, joguemos os jogos digitais.” Não deveríamos nos esquecer de nossa capacidade real de sermos surpreendidos. Creio que o perigo maior de nosso tempo é a atitude de meramente deixar-se levar.
P: Voltemos a algumas das coisas que nos surpreenderam ultimamente. Num artigo recente, você postula a idéia de que os terroristas são um espelho de nossa civilização. Não estão à parte, e sim refletem nosso mundo ocidental. Poderia explicar-nos um pouco mais?
SZ: Se trata, evidentemente, de minha resposta à tese popular de Samuel P. Huntington e outros, que falam de algo como um “choque de civilizações”. Não compartilho essa tese, e isto por uma série de razões.
O racismo atual é precisamente este racismo da diferença cultural. Já não se diz: “Sou mais do que você.” Diz-se: “Eu fico com a minha cultura, você pode ficar com a sua.” Hoje, todos os direitistas dizem isto. De fato, podem ser muito pós-modernos. Reconhecem que não há uma tradição natural, que toda cultura é uma criação artificial. Na França, por exemplo, temos a direita neo-fascista, que se refere aos desconstrucionistas dizendo: “Bem, a lição do desconstrucionismo contra o universalismo é a de que só existem identidades particulares. Assim, se os negros podem ter a sua cultura, por que não poderíamos ter a nossa?”
Deveríamos também considerar a primeira reação da “maioria moral” norte-americana, especialmente Jerry Falwell e Pat Robertson, diante dos ataques de 11 de setembro. Pat Robertson é algo excêntrico, mas Jerry Falwell é uma figura popular, que apoiou Reagan e é parte do mainstream, não um tipo raro, portanto. Pois bem, sua reação foi a mesma que a dos árabes, ainda que tenha se retratado alguns dias depois. Falwell disse que o ataque ao World Trade Center era um sinal de Deus, que já não protegia mais aos Estados Unidos porque os Estados Unidos haviam escolhido um caminho de maldade, homossexualidade e promiscuidade.
De acordo com o FBI, há atualmente pelo menos dois milhões de direitistas da assim chamada “ala radical” nos Estados Unidos. Alguns são muito violentos, matam médicos que fazem abortos, para não mencionar o atentado de Oklahoma. Isto, para mim, mostra que a mesma atitude violenta, anti-liberal, floresce em nossa própria civilização. Vejo isto como uma prova de que o terrorismo é um aspecto de nosso tempo: não podemos ligá-lo com uma civilização particular.
E a respeito do Islã, deveríamos ler história. De fato, me parece que é muito interessante observarmos o caso da antiga Iugoslávia. Porque Sarajevo e a Bósnia foram o centro de um violento conflito? Porque era a república etnicamente mais heterogênea da ex-Iugoslávia. Por quê? Porque foi dominada mais tempo pelos muçulmanos, e estes foram historicamente mais tolerantes, sem nenhuma dúvida. Nós, os eslovenos, e também os croatas, ambos católicos, os expulsamos há vários séculos.
Isto prova que não há nada inerentemente intolerante no Islã. Devemos nos questionar então por que este aspecto terrorista do Islã surge precisamente hoje. A tensão entre tolerância e violência fundamentalista se encontra no interior de uma civilização.
Outro exemplo: na rede CNN vimos o presidente Bush lendo uma carta de uma menina de sete anos, filha de um piloto que agora voa sobre o Afeganistão. Na carta diz que ela ama a seu pai, mas se seu país necessita que ele morra, ela está disposta a perdê-lo. O presidente Bush descreveu isto como patriotismo norte-americano. Agora, façamos um simples exercício mental: imaginemos uma menina afegã dizendo isso. Diríamos de imediato: “Que cinismo! Que fundamentalismo! Que manipulação infantil!” De modo que já há algo em nossa percepção. Mas o que nos ofende vindo dos outros, também nós o fazemos de certa maneira.
P: Multiculturalismo e fundamentalismo podem então ser as duas faces da mesma moeda?
SZ: Não tenho nada contra a tolerância. Mas quando se “compra” esta tolerância multiculturalista, outras coisas vêm junto com ela. Não é sintomático que o multiculturalismo ecloda precisamente no mesmo momento histórico em que desaparecem do espaço político os últimos rastros da classe proletária? Para muitos antigos esquerdistas, este multiculturalismo é uma espécie de sucedâneo da política proletária. Dizem que nem sequer sabemos se existe ainda a classe trabalhadora, para não falar da exploração de uns pelos outros.
Quiçá não tenha nada de errado nesse tipo de tolerância. Mas há o perigo de que aspectos da exploração econômica se convertam em problemas de tolerância cultural. E aí só se precisa de mais um passo, o que dá Julia Kristeva, em seu ensaio Etrangers à nous mêmes, ao dizer que não podemos tolerar aos outros porque não podemos tolerar a alteridade que existe dentro de nós mesmos. Isso é o que eu chamo de um crasso reducionismo cultural pseudo-psicanalítico.
Não é triste e trágico que o o único movimento político relativamente forte, não marginal, que dialoga efetivamente com a classe trabalhadora, esteja constituído por populistas de direita? São os únicos. Jean-Marie Le Pen, na França, por exemplo. Me constrangeu vê-lo há três anos num congresso do Fort National. Fez subir ao palanque um negro francês, um argelino e um judeu. Abraçou-os e disse: “Não são menos franceses que eu. Meu único inimigo são as empresas internacionais cosmopolitas que negligenciam os interesses da França.” Este é o preço que pagamos: somente a direita fala sobre a exploração econômica.
A outra coisa que me parece ruim na tolerância multiculturalista é a sua habitual hipocrisia, no sentido de que o outro que se tolera já é um outro reduzido. O outro está bem sempre quando se trate somente de uma questão de alimento, cultura, danças. E a extirpação do clitóris? Tenho amigos que dizem: “Devemos respeitar aos indígenas?” Perfeito. Mas que atitude tomar diante do antigo costume segundo o qual, quando um homem morre, sua mulher deve ser queimada junto com ele? Respeitamos isso? Aqui temos um problema.
E um problema ainda mais importante é que a dita noção de tolerância mascara efetivamente o seu oposto, a intolerância. É um tema recorrente em meus livros o fato de que, do ponto de vista liberal, a percepção básica de outro ser humano é sempre como a de algo que pode, de algum modo, prejudicar-nos.
P: Você se refere ao que chamamos de cultura da vítima?
SZ: O discurso da vitimização hoje é quase que o discurso dominante. Se pode ser vítima do meio ambiente, do cigarro, do assédio sexual. Encontro algo triste nessa redução do sujeito à vítima: funciona aqui uma noção extremamente narcisista da personalidade, e que é, de fato, intolerante, na medida em que implica que já não podemos tolerar encontros violentos com outros... e esses encontros são sempre violentos.
Detenhamos-nos por um instante na questão do assédio sexual. Me oponho a ele, é claro, mas sejamos francos. Imaginemos que sofro um impulso passional, que me apaixono por outro ser humano e declaro meu amor, minha paixão, por ele ou ela. Sempre há nisto algo de perturbador, violento. Isto pode até parecer uma piada, mas não é: não se pode realizar um jogo de sedução erótica de modo politicamente correto. Há um momento de violência quando se diz: “Te desejo, te amo”. De nenhuma maneira é possível eliminar completamente este aspecto violento. Creio que o temor ao assédio sexual inclui este aspecto, o temor de um encontro demasiado aberto, demasiado violento, com outro ser humano.
Outra coisa que me aborrece no multiculturalismo é quando me perguntam: “Como pode estar tão seguro de não ser racista?” Minha resposta é que existe apenas uma maneira de o saber: quando se pode trocar insultos, brincadeiras grosseiras, piadas sujas, com um membro de uma cultura diferente, e ambos sabemos que não há por trás disso uma intenção racista. Se, ao contrário, fazemos o jogo politicamente correto, “Oh, como te respeito, que interessante são os teus costumes...”, é racismo invertido, e é repugnante.
O exército iugoslavo era uma mescla de nacionalidades. Como fazíamos amizade com os albaneses, por exemplo? Quando começávamos a intercambiar obscenidades, insinuações sexuais, piadas. Esta é a razão pela qual o respeito politicamente correto não é mais que – para usar as palavras de Freud - “zielgehemmt” [“de meta inibida” ou “desviada do seu fim”]
Acredito que há uma pedra de toque do verdadeiro amor: se pode insultar ao outro. Como nessa horrível comédia alemã, um filme de 1943, em que Marika Röck trata seu prometido de um modo brutal. Seu noivo é uma pessoa rica e importante. O pai de Marika pergunta a ela porque o trata assim: Ela responde: “É porque o amo. Posso fazer com ele o que quiser.” Assim são as coisas. Se há verdadeiro amor, pode-se dizer coisas horríveis, e tudo continua bem.
Quando o multiculturalismo nos pede respeito pelos outros, não posso deixar de pensar que isto se aproxima perigosamente do modo com que tratamos os nossos filhos: a idéia de que deveríamos respeitá-los, ainda quando saibamos que aquilo em que acreditam não é certo. “Não deveríamos destruir suas ilusões.” Não, creio que os outros não merecem que os tratemos como crianças.
P: Em seu livro sobre o sujeito, você fala de um “verdadeiro universalismo”, que se oporia a este falso sentido de harmonia social. O que queria dizer com isso?
SZ: Aqui devo refletir acerca de uma uma simples pergunta habermasiana: como podemos fundar a universalidade em nossa experiência? Naturalmente, não aceito este jogo pós-moderno segundo o qual todos vivemos em um tipo de universo particular só nosso. Acredito que há uma universalidade. Mas não uma universalidade a priori de regras fundamentais ou noções universais. A única verdadeira universalidade a que temos acesso é a universalidade política, que não equivale a certo sentido idealista abstrato, senão a uma solidariedade na luta.
Se estamos comprometidos na mesma luta, se descobrimos que – e este é, para mim, o autêntico momento da solidariedade – feministas e ecologistas, ou feministas e proletários, se todos temos de repente esta mesma revelação: “Oh Deus, sim! Nossa luta era em última instância a mesma!”, esta universalidade política seria a única autêntica universalidade. E isto, é claro, é o que falta hoje, porque hoje a política não é mais que uma negociação de compromissos entre diferentes posições.
P: O pós-político subverte essa liberdade de que se vem falando tanto nas últimas semanas? É isto o que você quer dizer?
SZ: O que afirmo é que o que hoje nos vendem como liberdade é algo que está esvaziado justamente de sua mais radical dimensão de liberdade e democracia. Em outras palavras, a crença de que as decisões básicas a respeito das questões sociais se discutem ou são resolvidas envolvendo a maior quantidade possível de pessoas, uma maioria. Neste sentido, não temos hoje uma experiência real de liberdade. Nossas liberdades se reduzem crescentemente à liberdade de escolher nosso estilo de vida. Até certo ponto se pode escolher inclusive a identidade étnica.
Mas este novo mundo de liberdade descrito por pessoas como Ulrich Beck, que diz que tudo é assunto de negociação reflexiva, de escolha, pode incluir uma nova não-liberdade. Meu exemplo favorito é este (e aqui temos ideologia em estado quimicamente puro): sabemos que hoje é muito difícil, em cada vez mais profissões, conseguir estabilidade no trabalho. Acadêmicos ou jornalistas, por exemplo, assinam contratos de dois ou três anos, que a seguir devem renegociar. Evidentemente, a maioria de nós sente isto como algo traumático, perturbador, com o qual nunca se pode estar seguro. Mas então vem o ideólogo pós-moderno e diz: “Bem, mas esta é a tua nova liberdade... Tu podes te reinventar a cada dois anos!”
O problema, para mim, é o modo com o qual se oculta a falta de liberdade, a maneira como a liberdade é mascarada precisamente por meio daquilo que nos apresentam como novas liberdades. Me parece que a explosão dessas novas liberdades, que caem no domínio do que Michel Foucault chamou de “cuidado de si”, implica maior falta de liberdade social.
Vinte ou trinta anos atrás, ao contrário, havia a discussão sobre se o futuro seria fascista, socialista, comunista ou capitalista. Hoje ninguém se preocupa em discutir isso. Estas escolhas sociais fundamentais já não são percebidas como matéria de decisão. Um certo domínio de questões radicalmente sociais foi simplesmente despolitizado.
Eu acho muito triste que, precisamente numa época em que se desenvolvem mudanças enormes, em que se transformam profundamente as coordenadas sociais, não sintamos que tudo isto seja algo sobre o qual podemos decidir livremente.
Fonte: http://www.palalbedrio.com.ar/externos/zizek2.htm
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